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Terminal Cuenca del Plata (TCP) participó en el panel sobre “Sostenibilidad y logística verde” del Encuentro de Protagonistas de Uruguay 2025, con la presencia de su HSEQ mánager, Mónica Acosta. Cómo cumplir con las exigencias ambientales sin perder competitividad, la transición hacia energías limpias y logística sustentable, las regulaciones ambientales y oportunidades para las empresas y el puerto del futuro fueron los ejes de la conversación, en la que también participó el presidente del Frigorífico Modelo, Agustín Fernández, con la moderación del ingeniero Mario Alonso, de la empresa Todologística.
A modo de presentación, Acosta recordó sus inicios en el puerto de Montevideo y la posibilidad de trabajar en Katoen Natie, señalando que el área en la que se desempeña está relacionada con seguridad, salud, medio ambiente, calidad y sostenibilidad. Consultada sobre cuál es la tensión mayor en el trabajo diario, si es el cumplimiento de la norma o la generación de conciencia sobre el tema ambiental, Acosta respondió que, aunque parece más difícil, cumplir la norma es la parte más fácil.
“Tener conciencia real implica mucho esfuerzo diario, implica un cambio cultural. En Uruguay tenemos muchas cosas muy arraigadas, cosas buenas y cosas no tan buenas, implica hacer esa gestión de cambio para que nuestros pensamientos, nuestras ideas y nuestros proyectos ya estén desde el inicio considerando los aspectos económicos, sociales y ambientales”, señaló.
Puso como ejemplo todos los aspectos que hay considerar a la hora de comprar un equipo: “Las personas tienen que estar enfocadas en considerar esas tres cosas, ya sea cómo se va a usar, la eficiencia que va a tener, el tipo de combustible, así como qué vamos a hacer con él cuando termine su vida útil, y ahí recién viene la parte de compliance, qué reglas tenemos que cumplir, qué legislación, decretos y demás hay, y qué cantidad de organizaciones son regulatorias en Uruguay”.
“Desde ahí lo más importante, y lo que ha sido más difícil y que requiere más gasto de energía diario, es el hecho de hacer esa gestión de cambio desde lo pequeñito a lo grande, pero en todos los integrantes de la organización. Nosotros tenemos la fortuna de estar en una empresa que tiene 165 años, originada en Bélgica, y ya desde la matriz, desde la filosofía de la empresa, esto está incorporado”, siguió.
Pero igualmente, y a pesar de eso, “siempre tenemos que volver a repensarlo para poder aplicarlo en cada una de las actividades, esa sería la batalla más compleja, pero no es ingrata para mí, tiene una devolución interesante”, agregó.
Otras de las preguntas que respondió Acosta fue cómo se toman las decisiones de la agenda ambiental en un contexto de recursos limitados. Sobre este punto, señaló que nunca se puede cambiar todo; “simplemente hay que tener una metodología, de evaluación de los riesgos y de evaluación de los costos que se dividen”.
La realidad de la logística, añadió, es que permanentemente estamos desafiados a poder aplicar ya sea requisitos de nuestros clientes asociados con la sostenibilidad o el medio ambiente, reglamentaciones cambiantes; “eso es parte de lo que la dinámica de la logística y de este sector –específicamente el portuario, en el que estamos nosotros– imprime, siempre hay que estar adelante”.
El tiempo, un recurso intangible
La ejecutiva hizo hincapié en la importancia del tiempo como recurso intangible: “Uno de los recursos más importantes es el tiempo, que no es un recurso tangible directamente pero que sí es un recurso de mucho valor. Muchas veces las decisiones tienen que tomarse en el tiempo preciso y con celeridad, los clientes no esperan una vida para que los temas se resuelvan”.
En ese sentido, señaló que en Katoen Natie trabajan con un equipo multidisciplinario “que ataca toda la situación de una vez sola y desde ahí un sistema con metodología de evaluación de riesgo con puntos donde evaluamos y comparamos lo que se llama benchmarking, la comparación con otros que hacen lo mismo y están en un estándar alto, para ver qué decisiones tomaron, y allí nosotros aplicamos la nuestra”.
“El tiempo sería el recurso que yo creo que es el más importante en todas estas cuestiones. Lo económico por supuesto es importante, pero es una parte. Y a veces nos olvidamos de estos que son intangibles, el tiempo y la capacidad de trabajar en equipo aprovechando los talentos de otros que tienen otro tipo de visiones sobre el mismo tema, y que ayuda a adelantarse a lo que puede salir mal y corregirlo antes”, expresó.
El puerto del futuro
En cuanto al futuro del puerto de Montevideo, en lo que refiere a sostenibilidad, seguridad y eficiencia, Acosta respondió: “El puerto del futuro debería tener en proyección un sistema de información disponible, interconectado entre todos los actores, ser un puerto realmente limpio, con aire respirable, sin contaminación, ser un puerto que ofrezca energías alternativas para los buques y para los demás que prestan servicios”.
Nosotros tenemos buques, los buques son una parte muy importante, “pero también están los transportistas, otro tipo de servicios que vienen a brindarse, reparaciones; todos los actores deben tener posibilidad de acceder a las mismas energías limpias”.
Acosta también mencionó la necesidad de avanzar en la digitalización de todos los documentos y trámites, y también en mejorar la celeridad de la realización de algunos trámites. Por otra parte, destacó el desafío que hay en materia de gestión de residuos, con los volúmenes que maneja el puerto y cómo tratar los residuos reciclables y no reciclables.
“Me imagino un puerto inteligente, eficiente, conectado y lleno de servicios en una forma de hub, ya sea nosotros en hub de contenedores, pero también otros hubs, de las otras especializaciones que hay, como granos, pesca; hay espacio para todos”, concluyó, y destacó la complementariedad de las distintas autoridades para generar cambios importantes para potenciarse como ciudad puerto.