Juan Salgado: “No recuerdo otro momento de tanta coincidencia en la necesidad de una obra”

El presidente de Cutcsa, Juan Salgado, conversó con Somos Uruguay Revista sobre el estado del transporte en el área metropolitana y la necesidad de concretar obras de infraestructura que jerarquicen el transporte colectivo y permanezcan vigentes en las próximas décadas.

En tiempos de elecciones departamentales, ¿cuál es la reflexión que puede hacerse sobre las políticas vinculadas al transporte público?


Para una empresa de transporte, este momento previo a un cambio de autoridades en la intendencia es importantísimo. Cuando cambia una administración, sin duda que siempre hay cambios, más allá de que sean de partido político o simplemente un cambio de administración dentro del mismo partido.

La experiencia indica que hay distintas improntas en los candidatos y en las administraciones, que es importante conocer de antemano, para las empresas y para las inversiones fundamentalmente. Uruguay tiene algo que es muy bueno, que son las seguridades jurídicas, las políticas estables de mediano y largo plazo y el respeto de los compromisos. 

Eso, que es importante para atraer inversiones del extranjero, también es importante para los empresarios locales. Cuando se aproxima un tiempo de cambios estructurales, las empresas tienen que empezar a pensar cómo financiar esos cambios, y eso se está dando ahora en este momento en Montevideo, las empresas tienen absolutamente todo el derecho de reclamar políticas económicas y políticas de transporte que sean estables en el tiempo.

¿Cuál es la situación hoy en cuanto al transporte público y las propuestas de los candidatos?

Todos los candidatos, de todos los partidos, han interpretado muy bien cuál es el reclamo del montevideano y del área metropolitana fundamentalmente. Han interpretado que el tema del tránsito, de la movilidad, no es un problema del transporte en sí, sino que es un problema de darles la infraestructura necesaria a quienes circulan en el tránsito de Montevideo para lograr acortar los tiempos entre origen y destino, que es el mayor reclamo que hay hoy sobre el tema.

Vemos que las calles están colapsadas todo el día, vemos que cada vez es más difícil circular en las arterias principales y en las alternativas de Montevideo. Con un incremento de 50-60.000 autos al año, como se viene dando en los últimos años, sin duda va a llegar un momento en que no se va a poder seguir circulando si no hay un ordenamiento. 

Lo que nosotros vemos con mucha expectativa es que se ha identificado que es imprescindible llevar adelante alguna política que involucre algo más que Montevideo, algo más que Canelones, algo más que San José, que involucre una política de Estado, donde el gobierno nacional esté presente.

Hemos escuchado cuáles eran las intenciones en primer lugar del propio presidente de la República y en segundo lugar del ministro de Economía, que se enfocaba en la necesidad de hacer una inversión en infraestructura para el área metropolitana. Coincidimos totalmente con esa visión, con la visión que tienen los candidatos, porque estamos todos de acuerdo en que es imprescindible, para poder seguir brindando un servicio y que sea de calidad.

Los propios trabajadores entienden también que la única forma de recuperar ese 15 % de mercado que se perdió, que se tenía antes de 2019, y que son muchos millones de boletos, es ofreciéndole a la gente mejor calidad de servicio en cuanto a la rapidez de un viaje entre origen y destino. 

Estamos llegando a una elección municipal donde el presidente de la República anuncia que estaría afín a estudiar alguna obra de infraestructura, el ministro de Economía lo anuncia, y todos los candidatos están de acuerdo. Yo no conozco otro momento en que haya existido tanta coincidencia en que hay algo que hay que hacer, sí o sí.

La propia ministra de Transporte, respaldada en lo que dijo el presidente en su asunción, dijo que había que hacer una revolución en el transporte. A mí me preguntaron qué me parecía esto de una revolución y me parece bárbaro, porque la revolución está justamente en lo que va a hacer el propio Estado, de generar las condiciones para que el transporte pueda circular.

Las empresas de transporte estamos en las mejores condiciones para dar un servicio de calidad. Tenemos la flota más moderna en toda la historia del transporte. La antigüedad promedio de los coches urbanos es de siete años. Cutcsa, por ejemplo, está terminando de dar el paso del cambio de matriz. Ahora, en los próximos meses, llegará al 25 % de su flota eléctrica.

Tenemos la herramienta de trabajo en óptimas condiciones, lo que vamos a poner sobre esa infraestructura, coches accesibles, modernos, con toda la tecnología, con todas las condiciones para mejorar la calidad de vida de la gente, que en definitiva debería de ser el objetivo para todos, para las empresas, para los trabajadores y para el propio Estado.

¿Cuáles son los principales elementos a tener en cuenta para avanzar en ese desarrollo?


Lo que hay que tener en cuenta es que hay que hablar directamente del área metropolitana y hay que pensar que más de dos millones de personas por día utilizan el servicio, porque lo utilizan en toda el área metropolitana. 

Cualquier medida que contribuya a mejorar eso es muy sensible a la propia calidad de vida de la gente en forma inmediata, porque que alguien pueda ahorrar 30, 40 minutos por día –en promedio, porque si vive en El Pinar ahorra mucho más– para estar en su casa en lugar de estar arriba de un bus, o en lugar de estar en un auto sin poder circular, eso es lograr que la gente no pierda lo que nunca más recupera, que es el tiempo. 

En muchos lugares, para llegar a tomar ese ómnibus, tiene que caminar 12, 14 cuadras. Cuando hablamos de disminuir los tiempos entre origen y destino, estamos hablando desde cuando sale la persona de la puerta de su casa a cuando llega al lugar donde iba. Ese es el tiempo de viaje. 

Creo que hasta ahí las coincidencias son totales y estamos todos dispuestos a correr los riesgos normales y naturales para lograr mejorar el tránsito y la movilidad en el área metropolitana.

Ahora, cuando pasamos a decir “hay que crear una unidad reguladora”, tendrán que ponerse de acuerdo con los intendentes; las empresas queremos participar para aportar nuestra experiencia, creo que no va a haber problema. 

¿Cuál es el proyecto? Hay uno de Cinve, está el famoso Tren Tram, que se convirtió en famoso ahora, y otro proyecto de que sean carriles elevados. Creo que lo menos importante es cuál va a ser el producto final, sabiendo que hay necesidad y la decisión de hacerlo. Hay que empezar a delinearlo, empezar a armarlo, tiene que ser algo que no sea un parche, que no sea una medida. Llevar adelante una obra teniendo en cuenta cuándo se va a inaugurar. 

Desde nuestro punto de vista, debe ser mirando por lo menos 20, 30 años para adelante, como las grandes obras que se hicieron en los años 40, en los años 50 del siglo pasado, que capaz hoy ya están quedando atrás, pero duraron en el tiempo.

No se puede hacer una obra para que en cinco u ocho años se diga “bueno, se gastó la plata y ahora hay que hacerlo de nuevo, o hay que hacer otra cosa”. Con todos participando, el Estado tiene que ser el que lidere la situación, porque es el responsable ante la ciudadanía, pero los demás tenemos mucho para aportar.

¿Cómo podría concretarse ese cambio?

Estamos llegando a un cambio de autoridades con muy buenas expectativas, con muchas coincidencias en qué hay que hacer; el cómo creo que es producto de ponerse a trabajar. 

El problema que muchas veces se tiene es que hay que ponerse a trabajar y hay que utilizar el tiempo muy bien, porque si se nos va el tiempo, después vuelven a venir los tiempos políticos; creo que el momento es desde el vamos, definirlo y hacerlo, y si no, lamentablemente, no vamos a tener más que seguir esperando a que el mercado siga perdiendo boletos, que cada vez termine siendo más caro el transporte y que viajar en auto o en ómnibus en el área metropolitana sea todo un problema.

Si se suma que los ómnibus tengan sus lugares para circular, dejando liberadas también calles para que circulen los autos, si el transporte colectivo da respuesta clara en rapidez y en comodidad, que el pasajero se suba a un ómnibus que tenga wifi, aire acondicionado, que sea accesible, con piso bajo y todo lo que hoy está, y podemos conseguir que alguien deje algún día a la semana el auto y se venga en ómnibus desde El Pinar, Parque del Plata o Solymar, también va a estar dejando más liberado el tránsito y por lo tanto también va a ser bueno para el que usa el auto.

Hoy Montevideo es un embudo, vayas por donde vayas no hay diferencia en el tiempo que te lleva el ómnibus y el auto. Hay que medir los tiempos entre que uno sale de la puerta de la casa hasta que llega, porque si el ómnibus te da la seguridad de que te subís rápidamente, que va rápido el viaje y no tenés que andar en el auto buscando estacionamiento, creo que vamos a recuperar parte de ese 15 % de venta de boletos que se ha perdido.

¿Tendría que ser algo liderado por el gobierno nacional?

Creo que el tema es de Presidencia con todos sus ministerios involucrados, el Ministerio de Transporte, el Ministerio de Economía, porque hay infraestructuras que hay que hacer. De la misma forma que en determinado momento había que sí o sí invertir en la infraestructura de carreteras para que saliera la mercadería, ahora es una inversión de infraestructura urbana, que de alguna manera apunta a mejorar la calidad de vida de dos millones de uruguayos que utilizan las calles, tanto en ómnibus como en auto.

¿Qué expectativas tienen para que esto se concrete y cuáles son las políticas públicas necesarias?

Las expectativas que tenemos son buenas. En Cutcsa ya estamos culminando nuestro primer paso del cambio de la matriz con el 25 % de la flota eléctrica; las inversiones que se hicieron requieren políticas de Estado seguras para seguir avanzando. 

Cuando hablamos de mejorar la calidad del aire, de hacer esas mejoras que son tan importantes para la gente, no solamente es tener más autos o más ómnibus eléctricos en la calle, hay que hacer políticas de Estado para que se utilice menos el auto, que se utilice más el transporte público. Hay que hacer infraestructura en toda el área metropolitana para dar la posibilidad de que el viaje entre origen y destino sea bastante menor al que es hoy, con corredores o troncales, y que el excedente de esos ómnibus se pueda utilizar en algunos lugares de Montevideo y el área metropolitana, cubriendo la necesidad de que el transporte llegue más cerca.

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