Encuentro Internacional de Cuencas Transfronterizas
Tras el Encuentro Internacional de Cuencas Transfronterizas, realizado el 16 al 17 de octubre de 2025, el Comité para el Desarrollo de la Cuenca del Río Uruguay emitió una declaración en la que rescata "la paz como valor universal, primigenio a cualquier proceso de solución de controversias o diferencias de enfoque entre naciones, así como el diálogo permanente entre los Estados nacionales, subnacionales y locales".
"Llamamos a promover la participación y/o consulta activa de los gobiernos subnacionales, locales y de la sociedad civil organizada en todo tipo de articulación y consideración que realicen los Estados nacionales en torno a iniciativas en estos territorios", señala la declaración, que expresa su aspiraciones a que "eventuales diferencias de carácter limítrofe sean resueltas con este espíritu de concordia, estableciendo mecanismos efectivos que permitan un enfoque de construcción de oportunidades compartidas para el desarrollo de los territorios y, por ende, de su gente en los territorios en cuestión".
Además señalaron que la actual coyuntura histórica, "donde prima la confusión y una marcha atrás en tantos esfuerzos de construcción de multilateralidad, hace indispensable un mayor compromiso con valores y principios que permitan mejorar lo construido, y sobre todo actuar en función de las necesidades de las comunidades y en armonía con el medio ambiente".
En diálogo con Somos Uruguay, Daniel Betancur, coordinador del Comité para el Desarrollo de la Cuenca del Río Uruguay, señaló que el comité está integrado por 33 gobiernos locales de Uruguay, Argentina y Brasil y recordó que la iniciativa comenzó en 2010, cuando buscaron puntos de unidad entre los pueblos, en el contexto del conflicto generado por la instalación de UPM.
"Ese conflicto no le hacía bien a nadie y buscamos formas de encontrarnos y de seguir trabajando por la integración. Eso fue evolucionando y en 2016 ya se tomó un formato mucho más formal de trabajo entre las intendencias, los municipios, y en 2018 se decidió abarcar a toda la cuenca en el tramo navegable del río Uruguay", expresó.
Betancur mencionó que a partir de allí, se avanzó en la identificación de áreas en las cuales había posibilidades de construir mayor integración sin necesidad de recurrir a acuerdos de los gobiernos nacionales y se comenzó a trabajar sobre la navegabilidad y el dragado de la hidrovía y otros temas que permitieran "promover y favorecer el desarrollo de proyectos".
Betancur destacó el acuerdo para que seis ciudade del Río Uruguay tuvieran una planta de tratamiento de efluentes, para lo que OSE brindó asesoramiento en forma gratuita. "De esa forma atacamos un problema que existía desde el punto de vista medioambiental que era factible y que nos venía bien a los dos países", comentó.
En esa línea, hizo hincapié en la necesidad de pensar el desarrollo en forma conjunta con Entre Ríos, Concordia y Río Grande del Sur y ver que es posible "trabajar sin tener que esperar y tener resultados inmediatos que implicaban una identidad compartida alrededor de la cuenca". Betancur recordó que durante la pandemia se elaboraron 50 boletines semanales y fue "la única fuente de información confiable para saber qué pasaba con el COVID en la zona y qué tipo de medidas se podían tomar".
"Hoy se están planteando temas sobre los cuales se viene trabajando desde hace años, como la necesidad del puente de Bella Unión con Monte Caseros, porque facilitaría absolutamente toda la integración y tener facilitación de cruces transfronterizos. Hay que repensar desde el punto de vista de los estados nacionales el formato de trabajo en todas estas zonas", afirmó.
Betancur explicó que el encuentro de Cuencas Transfronterizas por la Paz, está vinculado al momento histórico que se está viviendo: "No hay desarrollo posible si las zonas de frontera de los países, particularmente las cuencas, no tienen garantizada la paz y una visión común y complementaria entre los estados nacionales".
Además, agregó que hay cuencas de Europa y cuencas de Latinoamérica que están trabajando juntas en un intercambio permanente de experiencias. "Lo nuestro, de alguna forma, es promover cada vez más la identidad compartida, promover en la cultura, promover en el deporte, promover en las acciones medioambientales, generar integración no solamente los gobiernos, sino la sociedad civil de los tres países en la zona y mostrar que es viable avanzar en otro concepto más profundo de la integración, que los gobiernos nacionales se atrevan a pensar digamos fuera de los límites de las capitales", afirmó.