Relaciones en el trabajo: cuando el poder se vuelve confusión

Verónica Morin por Verónica Morin

26 Noviembre de 2025
Imagen ilustrativa Meta IA
Imagen ilustrativa Meta IA

Un estudio reciente realizado en Finlandia, que siguió la vida laboral y personal de miles de personas durante 30 años, reveló algo que en la práctica clínica y organizacional vemos todos los días: cuando hay una relación afectiva entre una persona trabajadora y su jefe o jefa, las consecuencias rara vez son neutras.

No se trata de "prohibir" los vínculos. Somos humanos. Pasamos muchas horas en el trabajo y las conexiones surgen.
El problema aparece cuando en el vínculo existe una asimetría de poder.

En esos casos, la libertad para elegir, hablar, poner límites o incluso retirarse, se ve condicionada.
Muchas veces, lo que al inicio se percibe como "cuidado", "interés" o "atención especial", termina generando:
• Confusión interna
• Estrés emocional sostenido
• Culpa o sensación de deber permanentes
• Dudas sobre el propio mérito y la propia voz
• Deterioro del desempeño y del clima laboral

Y, sobre todo, deriva en algo silencioso y profundo: la pérdida de autonomía.

Las organizaciones también lo sienten: se afecta la confianza del equipo, se generan rumores, se dañan trayectorias profesionales y se debilita la cultura que tanto cuesta construir.

Hablar de esto no es moralizar. Es cuidar la salud laboral y la integridad de las personas.

Promover vínculos saludables en el trabajo implica enseñar a identificar las relaciones donde el poder no está equilibrado y sostener prácticas claras que protejan a todos.

No es solo un tema de comportamiento individual.
Es un tema de cultura, liderazgo y responsabilidad institucional.

Temas relacionados salud laboral

Últimas noticias