Somos Uruguay es una multimedia, cuyos paradigmas son Información y Diálogo.
TELÉFONO:
Tel: (+598) 97418598
info@somosuruguay.com.uy
© 2021 SOMOS URUGUAY. All Rights Reserved. Desarollo Useful-media.org
Este domingo se realizaron las elecciones departamentales en todo el país, donde surgieron pocos cambios en el mapa político de todo el territorio. El Frente Amplio retuvo Montevideo con un 48.9% según el escrutinio primario, sin contar los votos observados Mario Bergara será el intendente, mientras que el candidato único por el FA en Canelones, Francisco Legnani, logró el 45.5% de los votos.
La sorpresa surgió en Río Negro donde el FA desplazó al Partiido Nacional con una victoria liderada por Guillermo Levratto, que alcanzó el 43.9% de los votos. También en Lavalleja, cuando quedan unos 800 votos observados por contar el FA mantiene un mínima ventaja sobre el PN, pero que podría ser revertida durante el conteo de los votos observados.
En tanto el PN retuvo 13 de las 15 intendencias que tenía, y podrían ser 14 si en Lavalleja se concreta la reelección de Mario García. En tanto el nacionalista Carlos Albisu ganó en Salto con la Coalición Republicana, desplazando al Frente Amplio que gobernaba desde 2015. El Partido Nacional logró relegir a seis de los intendentes que fueron electos en las elecciones pasadas y siete si se concretara la victoria en Lavalleja.
Por su parte el Partido Colorado confirma su liderazgo absoluto en el departamento de Rivera, donde fue reelecto Richard Sander con el 56.9% de los votos.
La Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (Cuti) presentó su informe Demanda de talento e industria TIC en los portales de búsqueda de empleo, con base en la información del Monitor Laboral que Advice elabora periódicamente. El 19% de la demanda laboral total en Uruguay está vinculada a las tecnologías. La información, recabada en los distintos portales y bolsas de trabajo entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, registra un total de 68.882 llamados, de los cuales 13.240 son vinculados a TI ya sea porque fueron requeridos por empresas TI o bien, porque se trata de cargos TI requeridos por empresas no TI. De estos, 9.314 llamados provinieron del grupo de las tecnologías de la información (13,5% del total), constituyendo el tercer grupo de actividad con mayor demanda y los restantes 3.926 correspondieron a cargos no TI realizados desde empresas TI.
La demanda de talento vinculado a las tecnologías de la información
El volumen de llamados vinculados a TI alcanzó un total de 13.240 casos, es decir, un 19% menos que en la medición anterior que registró un volumen de 16.369 casos. Ya en el monitor anterior se observaba una caída de 9% en un contexto de menor dinamismo de la demanda laboral y, en la presente edición, la contracción se observa particularmente en el ámbito TI. Según el Monitor Laboral. Primer semestre de 2024 (Advice, 2024), este cambio puede interpretarse como una estabilización en la demanda de servicios TI, tras el marcado crecimiento registrado entre 2020 y 2022 durante la pandemia de Covid-19, cuando muchas empresas necesitaron apoyo para digitalizar sus operaciones. En síntesis, la contracción de la demanda avanza en las últimas dos mediciones mientras anteriormente se registraba un crecimiento constante.
El 70% de la demanda vinculada a TI (9.314 llamados) requirió cargos de expertise en tecnologías, mientras los 3.926 restantes (30%) solicitó cargos con otras formaciones. Asimismo, de los 13.240 llamados vinculados a TI, 10.804 (82%) provinieron de empresas tecnológicas y 2.436 llamados (18%) provinieron de empresas no tecnológicas que requirieron cargos TI.
La demanda de talento por parte de las empresas TI
De los 10.804 llamados realizados por empresas tecnológicas, 6.878 (64% de la demanda en empresas TI) estuvieron dirigidos a perfiles tecnológicos, mientras que 3.926 (36%) buscaron profesionales con formación en otras áreas. Al comparar con el período anterior no se encuentran diferencias sustantivas ya que las empresas TI disminuyeron solo en un 3 pp su demanda laboral de cargos TI.
La mayoría de las convocatorias están dirigidas a desarrolladores, una tendencia que ya se ha constatado en ediciones anteriores de este estudio. De los 6.878 puestos TI requeridos por empresas tecnológicas, 2.255 corresponden a este perfil, representando el 33% de la demanda de talento TI en empresas del rubro.
En segundo lugar, los ingenieros concentran 1.721 llamados (25%), lo que, sumado a la demanda de desarrolladores, reúne más de la mitad de los requerimientos de estas organizaciones. A continuación, el perfil de analista ocupa el tercer puesto con 637 llamados, mientras que los cargos de jefe o líder se posicionan en cuarto lugar con 627 solicitudes, representando cada uno un 9% del total.
En menor proporción, se solicitaron perfiles como asistentes o auxiliares, técnicos, arquitectos, diseñadores y testers, y el resto de los perfiles registró menos de 100 llamados cada uno, con un peso aproximado del 1% o menos en esta demanda.
Estos datos reflejan, a pesar de la caída mencionada, una estructura de demanda estable en la industria tecnológica, donde los desarrolladores e ingenieros continúan siendo los perfiles clave, concentrando la mayor parte de las oportunidades laborales. El menor requerimiento de otros perfiles sugiere que las empresas priorizan roles con mayor impacto en el desarrollo y la ingeniería del software, dejando en un segundo plano funciones de soporte y otros cargos técnicos.
Por otro lado, en las empresas de tecnología de la información (TI) se contabilizaron 3.926 convocatorias para puestos vinculados a áreas no tecnológicas, abarcando un total de 341 tipos de cargos. En particular, se destacaron los llamados para roles en gestión comercial y marketing, que alcanzaron un total de 1.433 (37%). Les siguieron las convocatorias en Administración, Contabilidad y Finanzas, con 604 (15%), y los cargos de carácter genérico, como consultores, analistas de diverso tipo o supervisores con 510 (13%).
También se identificaron 2.436 llamados provenientes de empresas cuyo foco principal no es la tecnología, pero que demandaron más de 90 tipos de cargos en el área de TI. Este segmento representa el 18% del total de solicitudes de empleo relacionadas con tecnología de la información.
Distribución geográfica y teletrabajo
Del total de llamados vinculados a TI, se observa que 13.232 llamados tienen alguna referencia a Uruguay y solo ocho llamados hacen referencia al exterior del país, lo que representa una proporción que se mantiene residual desde mediciones anteriores.
No obstante, de los 13.232 llamados con referencia a Uruguay, 9.348 especifica departamento. Dentro de este sub-conjunto, el 85% de las solicitudes se encuentran requeridas en Montevideo y el 15% restante en el interior del país, destacándose el peso de Canelones (6%), Salto y Maldonado (2% cada uno). En comparación al período pasado, el peso de los llamados en Montevideo aumentó en 5 pp por lo que se identifica una mayor centralización de la demanda.
Paralelamente, se pudo observar que en el 47% de la demanda vinculada a TI se ha identificado alguna referencia al teletrabajo, distribuido en 42% remoto y 5% híbrido, mientras que el 53% restante refiere presencialidad. Es importante señalar que, si bien la actividad vinculada a TI tiende a concentrarse en Montevideo, el trabajo a distancia representa una oportunidad para descentralizar la demanda de perfiles.
Antigüedad requerida y formación
Al analizar la distribución de los llamados según los años de experiencia requeridos, se observa que una proporción mayoritaria (1.672 llamados, equivalentes al 23% del total) solicita cinco años de experiencia. En segundo lugar, un 20% de las solicitudes exige dos años de experiencia, seguido por un 18% que requiere tres años y un 17% que solicita un año.
El 59% de las menciones a carreras universitarias corresponden a Ingeniería en Computación, un 10% a Contador público y, en tercer lugar, un 7% corresponde a Ingeniería en Sistemas. De forma seguida, se destacan la carrera de Licenciatura en sistemas, seguido de Licenciado en Administración e Ingeniería industrial con aproximadamente 3% de las menciones cada una. Las restantes carreras que integran el top 10 dentro de la demanda (Licenciatura en informática, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería en informática e Ingeniería en Telecomunicaciones) acumulan aproximadamente el 2% o menos de las menciones.
Al analizar las 18.018 menciones de conocimientos en tecnología, se destaca la programación como la habilidad más demandada, representando el 54% del total y superando ampliamente al resto de las categorías. Le siguen los conocimientos generales en tecnología (19%) y Testing (13%).
En el mercado laboral vinculado a las TIC, el conocimiento de idiomas juega un papel clave. En total, se identificaron 7.825 referencias a idiomas en las ofertas de empleo, destacándose el inglés, portugués, alemán, italiano, chino y ruso. Si se analiza esta información según tipo de cargo, se observa que los conocimientos en idioma inglés son requeridos en el 58% de los cargos TI y en el 49% de los cargos no TI.
Dr. Pablo Durán Maurele Asesor laboral
Integrante titular del Consejo Superior Tripartito
Representante empresarial en varios grupos de Consejos de Salarios
Nadie puede desconocer la importancia medular que tuvo el PIT-CNT en los cinco años que precedieron al gobierno en funciones desde el 1° de marzo de 2025, habiendo sido sus principales referentes los líderes políticos de la oposición.
Tampoco se puede desconocer que los tiempos inmediatamente anteriores al cambio de gobierno tuvieron como constante una altísima virulencia sindical, medidas gremiales, ocupaciones y demás, ante la verificación de despidos y reestructuras en varias empresas del Uruguay (Yazaki, frigoríficos, industria química, láctea, etc.).
El ministro Juan Castillo ha manifestado públicamente que han recibido en el período de transición 17 situaciones complejas de cierres de empresas y/o restructuras. Todo cambio de gobierno plantea interrogantes en materia de políticas laborales, especialmente en un país como Uruguay, donde la normativa laboral tiene un fuerte anclaje protector y donde los equilibrios entre los derechos de los trabajadores y la competitividad empresarial requieren constante ajuste.
Así, se está a la espera de que el nuevo gobierno comunique los cambios normativos que quiere impulsar en esta nueva etapa, habiendo enunciado varios anticipos.
Existe mucha expectativa en torno a los futuros lineamientos de la próxima ronda de los Consejos de Salarios, que comenzará el 1° de julio del corriente, donde ya se ha anunciado una clara intención de privilegiar los salarios sumergidos inferiores a 25.000 pesos, así como se han deslizado conceptos tales como desindexación, aumentos diferenciales por volumen y ubicación geográfica, entre otros.
También se ha expresado la intención de que se produzca una reducción significativa en la carga horaria de los trabajadores de los sectores industriales, de comercio y servicios, llegando a un sistema de horario único de 40 horas semanales. Este es uno de los temas más sensibles y de mayor visibilidad pública.
En 2024 ya hubo propuestas legislativas para avanzar hacia la reducción de la jornada semanal (de 48 a 40 o 44 horas, dependiendo de la actividad), y es casi seguro que la discusión se reactive con fuerza en este período de gobierno.
Se desconoce si el modelo a utilizarse a esos efectos será parecido al chileno, por imperio de ley, en forma escalonada y progresiva (tal como surge del proyecto de ley reinstalado en esta nueva legislatura con fecha 11 de marzo de 2025), o será mediante negociación colectiva, donde el concepto de la productividad no puede estar ausente, desconociéndose, en definitiva, bajo qué formato se dará la discusión de una temática tan crucial para los tiempos que se avecinan.
Los actores sociales han tomado posturas enfrentadas sobre el punto: el sector sindical apoya firmemente la reducción horaria, argumentando que es vital para que mejore la calidad de vida de los trabajadores y se proyecte una mejor distribución del empleo, basándose en la reciente reducción horaria de noviembre de 2023 obtenida en el sector metalúrgico. Por su parte, el sector empresarial advierte sobre el posible aumento de costos y pérdida de competitividad si no se acompaña con mejoras en la productividad.
Existen también a estudio modelos intermedios, con propuestas que incluyan flexibilidades como la “semana comprimida” (trabajar menos días con jornadas más largas) o reducciones graduales atadas a metas de productividad sectorial. Será uno de los grandes debates de los tiempos actuales. Creemos que es difícil que se implemente de forma general e inmediata. Entendemos que se podría avanzar en sectores específicos o como política gradual.
Se han anunciado cambios en la ley de cuidados y promoción del empleo juvenil y del trabajo de las mujeres. Se han manifestado fuertes críticas a la Ley 20.396 aprobada por el Parlamento, de 5 de febrero de 2025, que regula las relaciones laborales y autónomas de los trabajadores de las aplicaciones, tipo Pedidos Ya, texto legislativo que no contó con los votos del Frente Amplio, habiéndose anunciado por las actuales autoridades su intención de modificación.
El sistema previsional seguirá bajo la lupa, habiéndose conformado una comisión multisectorial para tratar la reforma del sistema de jubilaciones; se ha planteado la intención de avanzar en una reforma que reduzca la edad de retiro, ajuste las tasas de aporte y establezca fórmulas más sostenibles, sin desatender la equidad intergeneracional ni la protección de sectores vulnerables.
El tema del despido motivado, con justa causa y preaviso, por medio de la ratificación del Convenio 158 de la OIT por Uruguay, es una bandera también levantada que se viene, lo que no ha sucedido a la fecha.
¿Qué establece el Convenio 158 de la OIT?
El Convenio 158 sobre la terminación de la relación de trabajo por iniciativa del empleador tiene como principio central que no se puede despedir a un trabajador sin una causa justificada relacionada con su conducta o rendimiento, o por necesidades operativas de la empresa.
Constituyen puntos clave:
A pesar de que las normas internas de Uruguay ya contemplan ciertas garantías frente al despido arbitrario, no existe en la legislación nacional la exigencia de “justa causa” como condición sine qua non para todos los despidos.
Uruguay mantiene un sistema de estabilidad relativa, donde el despido sin expresión de causa es permitido, pero se impone al empleador el pago de una indemnización tarifada (Ley 10.570).
Por último, ya se ha instalado con mucha preocupación para los empresarios la intención del Poder Ejecutivo de modificar el Decreto 281/2020 de 15 de octubre de 2020, que reglamentó la Ley 19.889 (Ley de Urgente Consideración), que reguló expresamente el tema de las ocupaciones de lugares de trabajo, con un capítulo específico que buscó regular y limitar esta práctica.
¿Qué dice la LUC sobre las ocupaciones de lugares de trabajo?:
El art. 392 de la LUC estableció:
“(Libertad de trabajo y derecho de la dirección de la empresa): El Estado garantiza el ejercicio pacífico del derecho de huelga, el derecho de los no huelguistas a acceder y trabajar en los respectivos establecimientos y el derecho de la dirección de las empresas a ingresar a las instalaciones libremente”.
Dicha regulación, si bien no se expide expresamente sobre si las ocupaciones son una extensión del derecho de huelga, sí genera una limitación a cualquier medida gremial en virtud de la garantía que el Estado asume de permitir el ingreso al lugar de trabajo a los trabajadores no adherentes a la medida gremial y a los titulares de la empresa.
Está claro que la LUC no prohíbe la huelga, pero diferencia entre la huelga tradicional (cesación de actividades) y la ocupación física del lugar de trabajo, que pasa a ser tratada como una violación del derecho de propiedad y posesión.
La LUC marcó un cambio importante: no elimina la huelga, pero quita a la ocupación del lugar de trabajo la protección que antes tenía como forma legítima de protesta.
Por su parte, el Decreto 281/2020, de 15 de octubre de 2020, reglamentario de la norma en análisis de la LUC, estableció las competencias del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), una vez que se cumplan los procedimientos previstos en la norma, para disponer en cualquier momento la desocupación, bajo apercibimiento del uso de la fuerza pública.
Pues bien: el actual ministro de Trabajo ha manifestado públicamente que días atrás fue enviado a Presidencia de la República un proyecto de decreto elaborado por el MTSS, que propone derogar y/o modificar el Decreto 281/20, con el fin de legitimar la ocupación de los lugares de trabajo como una extensión legítima del derecho de huelga, estableciendo una forma de compatibilización en el mismo lugar de trabajo, a la vez y simultáneamente, de permanencia entre los ocupantes del lugar de trabajo y quienes ejerzan el derecho a trabajar.
No se conoce aún el texto de dicho proyecto de decreto, pero hay gran expectativa a esos efectos, dado que si se elimina la facultad del MTSS de desocupar los lugares de trabajo, se generará una especie de incentivo a la proliferación de las ocupaciones de los lugares de trabajo.
También, es muy difícil de visualizar cómo podría darse en la vida práctica una ocupación por un sector de trabajadores coexistiendo con otros que mantienen operativa la producción y/o actividad de la empresa.
¿Como se compatibilizará dicho decreto en proyecto con la ley vigente y establecida en la LUC si no se la modifica? No lo sabemos; puesto que la LUC introdujo límites “externos” al derecho de huelga que son incompatibles con la ocupación.
A la luz de los límites previstos en el art. 392 de la LUC, no sería legítima una medida no pacífica, una que afecte el trabajo de los no huelguistas y/o una que no permita el ingreso del empleador o del no huelguista.
Esos tres requisitos del art. 392 dejan la ocupación prácticamente sin espacio, independientemente de cómo se manifieste, porque aun permitiendo el trabajo de los no huelguistas y el ingreso del empleador, y aun cuando se dé sin violencia física sobre personas o cosas, las ocupaciones supondrían, como mínimo, una situación de violencia moral para el empleador o quien dirige el establecimiento.
En consecuencia, cualquier modificación del Decreto 281/020 por parte de las autoridades debe hacerse en forma de armonía con el art. 392 de la LUC que se impone, porque un decreto no puede invadir el ámbito o esfera de la ley, la cual prima y el Poder Ejecutivo debe hacer cumplir.
Verónica Morin: Médica de familia, autora del libro Vivir con estrés
En un mundo que no se detiene y en el que la vida se acelera constantemente, el sueño a menudo se convierte en la primera víctima de nuestro estilo de vida agitado. Los trastornos del sueño no son solo un inconveniente pasajero; son una de las preocupaciones más significativas que impactan en nuestra calidad de vida. Es esencial detenernos a reflexionar sobre esta problemática, ya que una buena noche de descanso es la clave para un bienestar pleno y una vida más saludable. ¡Hablemos de la importancia del sueño y cómo afecta cada aspecto de nuestras vidas!
Recientemente, el Ministerio de Salud Pública (MSP) publicó datos alarmantes que indican que el 42,7 % de los uruguayos presenta algún tipo de trastorno del sueño. Esta cifra se convierte en un llamado de atención sobre la necesidad de priorizar nuestra salud mental y bienestar emocional.
Los trastornos del sueño son condiciones que afectan nuestra capacidad para dormir adecuadamente. Entre los más comunes se encuentran: el insomnio, que se caracteriza por la dificultad para conciliar o mantener el sueño; la apnea del sueño, que implica interrupciones respiratorias durante la noche y puede llevar a un sueño no reparador; y la hipersomnia, que se manifiesta como somnolencia excesiva durante el día. Asimismo, existen trastornos del ritmo circadiano que alteran el ciclo natural de sueño-vigilia, así como parasomnias, que incluyen comportamientos anormales durante el sueño, como sonambulismo o pesadillas.
Es esencial reconocer y tratar estos trastornos para mejorar la calidad del sueño y, por ende, la calidad de vida en general. Comparando estos trastornos con investigaciones en otros países de la región, se observan tendencias similares, así la alta prevalencia de trastornos del sueño en Uruguay refleja un fenómeno regional que enfatiza la necesidad de estrategias efectivas para abordar la calidad del sueño en toda América del Sur.
En Brasil, estudios han mostrado que alrededor del 40 % de la población presenta síntomas de insomnio, reflejando preocupaciones paralelas sobre la calidad del sueño en América del Sur.
En Argentina, investigaciones del Colegio Argentino de Neumología indicaron que hasta un 30 % de los adultos reportan problemas relacionados con el sueño, especialmente insomnio y apnea del sueño.
Adicionalmente, en Chile, una encuesta nacional reveló que el 38 % de los encuestados experimenta insomnio, lo que resalta que la falta de un sueño reparador es una preocupación común en la región.
Esta situación se puede atribuir a factores como el estrés laboral, los horarios cambiantes, las demandas familiares y el estilo de vida moderno, que, a menudo, prioriza la actividad sobre el descanso.
En términos culturales, en varias sociedades latinoamericanas aún persiste un estigma relacionado con los trastornos del sueño. Muchas personas pueden dudar en buscar ayuda profesional porque creen que hacerlo implica una señal de debilidad o que no saben manejar sus problemas por sí solas. Es fundamental difundir ampliamente la conciencia sobre la salud del sueño, reconociendo que estos trastornos son más que “cosas pasajeras”; son problemas de salud que requieren atención.
El sueño ocupa alrededor de un tercio de la vida humana y desempeña un papel crucial en la regulación de la homeostasis del cuerpo. La homeostasis se refiere al proceso mediante el cual el cuerpo mantiene un ambiente interno estable y equilibrado, a pesar de los cambios en el entorno externo. Esto incluye la regulación de factores como la temperatura corporal, los niveles de pH, la concentración de electrolitos y la disponibilidad de nutrientes. Un sueño adecuado es esencial para este equilibrio, ya que favorece funciones biológicas clave, como la reparación celular, el metabolismo y la regulación hormonal, lo que contribuye a la salud general del organismo. La cantidad y calidad del sueño tienen un impacto significativo en la salud general. Dormir menos de lo recomendado disminuye nuestra capacidad para manejar el estrés. En este sentido, es vital no subestimar la importancia de cumplir con las horas de sueño establecidas como óptimas para promover un bienestar integral en cuerpo y mente.
El MSP menciona en su artículo que en adultos mayores de 65 años la recomendación es de 7 a 8 horas diarias; en adultos de 18 a 60 años es de 7 a 9 horas; en los adolescentes de entre 13 y 18 años la recomendación es que lleguen a tener entre 8 y 10 horas de sueño reparador, y en niños de 6 a 12 años la recomendación para su desarrollo saludable es de 9 a 12 horas diarias.
Por ejemplo, datos revelan que los adolescentes y jóvenes uruguayos duermen en promedio apenas seis horas diarias. Esta cifra está muy por debajo de las ocho a diez horas recomendadas para un desarrollo adecuado, impactando no solo en su salud física, sino también en su rendimiento académico y social. Incluso ya se ha demostrado que aquellos estudiantes que eligen estudiar la noche previa a un examen tienden a obtener peores resultados en comparación con aquellos que optan por descansar adecuadamente.
Además de la asociación que el MSP establece entre la falta de sueño y el uso excesivo de pantallas después de las 20:00 horas, otro factor que contribuye a este fenómeno es la cena tardía, un hábito común en Uruguay. Este patrón, también presente en países como Argentina y España, lleva a que muchas personas se acuesten tarde y no logren dormir las ocho horas recomendadas, ya que deben madrugar para ir a estudiar.
Por otra parte, el MSP destaca que mientras los hombres duermen aproximadamente 7 horas y 50 minutos, las mujeres apenas logran alcanzar 7 horas y 35 minutos.
Comparando estos hallazgos con información internacional, se observa que esta tendencia no es única de Uruguay. Estudios de otros países, como Estados Unidos y Reino Unido, también han revelado diferencias significativas en la duración del sueño entre géneros. En investigaciones publicadas por la National Sleep Foundation han indicado que las mujeres tienden a reportar más problemas de sueño, y uno de los factores asociados es precisamente el aumento de responsabilidades familiares y laborales. Asimismo, un estudio del Journal of Clinical Sleep Medicine confirmó que las mujeres suelen tener una menor cantidad de horas dormidas en comparación con los hombres, lo que puede ser resultado de una combinación de factores como el estrés, el trabajo de cuidado (en muchos hogares las mujeres suelen ser quienes asumen la mayor carga de trabajo no remunerado, incluyendo tareas domésticas y cuidado de los hijos) y hábitos de sueño. Esta falta de sueño reparador no solo afecta la salud física de las mujeres, sino que también puede tener implicaciones negativas en su salud mental y emocional, elevando los niveles de ansiedad y depresión.
Adoptar prácticas como establecer una rutina antes de acostarse, crear un ambiente propicio para dormir y respetar horarios regulares de descanso puede mejorar significativamente la calidad del sueño. Evitar las siestas durante el día, así como limitar la exposición a luces intensas por la noche, puede contribuir a un mejor descanso. La producción de melatonina, la hormona reguladora del sueño, se ve afectada por estos factores, y necesitamos cuidar de nuestro reloj biológico para garantizar un óptimo funcionamiento físico y mental.
Tengamos en cuenta que al dar prioridad al descanso, no solo mejoramos nuestro bienestar actual, sino que también potenciamos nuestra salud física y emocional a largo plazo. Hoy sabemos que el deterioro del sueño se vincula con varios problemas de salud más serios, incluyendo un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, ansiedad, depresión y problemas cognitivos. Esto subraya que la falta de un buen descanso trasciende la mera incomodidad; puede tener consecuencias graves y duraderas.
La buena noticia es que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar, y nuestras contribuciones son valiosas para que, como sociedad, avancemos en este aspecto. Fomentar prácticas saludables, aumentar la conciencia sobre la importancia del descanso y desarrollar políticas que aborden los factores que contribuyen a esta problemática son pasos cruciales. Cada uno de nosotros puede implementar pequeños cambios en nuestra rutina familiar, como establecer horarios regulares para dormir y crear un ambiente propicio para el descanso. Además, es fundamental erradicar la normalización de los trastornos del sueño y alentar a las personas a buscar el apoyo necesario para lograr un sueño reparador.
Diez principios a los que estar atento para mejorar tu descanso
1. La cama solo debe usarse para dormir: Utiliza tu espacio de descanso exclusivamente para dormir, evitando distracciones que puedan interferir con tu sueño. Esto significa no utilizar la cama para estudiar, trabajar, ver series, o incluso comer. Al mantener esas actividades fuera de la cama, ayudas a que tu cerebro asocie este espacio únicamente con el descanso, lo que puede facilitar la conciliación del sueño y mejorar su calidad.
2. Roncar no es sinónimo de descanso: Roncar puede ser indicativo de problemas respiratorios durante el sueño y no garantiza un descanso reparador.
3. Soñar no es sinónimo de descanso: Soñar es un proceso fisiológico, pero no asegura que estés descansando adecuadamente.
4. Si te cuesta conciliar el sueño, permanecer en la cama puede hacer que el insomnio se vuelva crónico. Es mejor levantarse y realizar una actividad relajante hasta que sientas sueño nuevamente.
5. Evita bebidas como café o fumar antes de dormir: Estas sustancias pueden hacer que tu sueño sea menos reparador.
6. Las siestas solo son recomendables si la noche anterior dormiste menos de 7 horas: Si dormiste adecuadamente, las siestas pueden interferir con el sueño nocturno.
7. Escoge un buen colchón y almohada: La calidad de tu descanso es tan importante como la elección de una buena silla para trabajar; recuerda que pasas un tercio de tu vida en la cama.
8. Elige pijamas cómodos y suaves: Así como eliges tu ropa para correr o trabajar, selecciona un pijama que te permita descansar adecuadamente.
9. Todo insomnio sin mejoría es apnea obstructiva hasta que se demuestre lo contrario mediante una polisomnografía. No ignores los síntomas, es vital buscar ayuda profesional.
10. Evita utilizar cualquier sustancia que pueda afectar tu sueño: El uso de drogas, alcohol o cualquier sustancia puede interferir en los patrones de sueño y no es una solución efectiva para los problemas de insomnio.