Ledesma Nat, una resma producida totalmente con fibra de caña de azúcar Destacado

 

La importadora y distribuidora Santiago Aloy S. A. representa en forma exclusiva para Uruguay los productos de la firma argentina Ledesma, que incluye dentro de su producción sustentable una resma de papel completamente natural, elaborada con pulpa virgen a partir de la caña de azúcar, sin fibra de madera, sin blanqueadores químicos y mediante procesos amigables con el medioambiente. Ledesma Nat es la marca de estas hojas de color natural, que sirven para fotocopias e impresiones, y tienen el mismo precio que las tradicionales blancas. El asesor de Marketing, Responsabilidad Social Empresarial y Medio Ambiente de la empresa, Rony Aloy, explicó a Somos Uruguay Revista en qué consiste esta innovación sustentable

 

¿Cuáles son las novedades con respecto a este nuevo producto disponible en Santiago Aloy?

Nosotros como empresa siempre estamos innovando en el rubro papelería, que es bastante estable y en el que no se presentan muchos adelantos tecnológicos. Por interés personal vengo promocionando e incorporando productos que tengan un menor impacto en el medioambiente en su producción. Para mí esto no es una cuestión de moda o de rentabilidad, sino que hoy en día es un deber que todo ser humano debe tener. Hay que tomar conciencia de todo lo que la humanidad ha venido haciendo. Tenemos herramientas disponibles para hacer un cambio, estamos a tiempo, pero tenemos que hacerlo.

A mí me enorgullece poder ofrecer productos de esta línea a los uruguayos, cuando aquí todavía lo ecológico, lo sustentable, es algo incipiente. La clave de todo esto es que el producto cueste lo mismo que el tradicional, o menos; porque si cuesta más, ahí se dificulta la decisión. Con Ledesma tenemos una oportunidad, porque este papel está al mismo precio que el papel de celulosa proveniente de árboles, que es lo tradicional en la industria.

¿Cómo se produce este papel?

Se produce en Jujuy, Argentina. El producto principal de Ledesma, que dio origen a la empresa, es el azúcar, están en este negocio desde hace más de 100 años. Hace unos 50 años se dieron cuenta de que en el proceso de fabricación de azúcar había residuos, materiales que se podían utilizar, como el bagazo, que es la estructura, el residuo de materia que queda luego de que a la caña de azúcar se le extrae el jugo. Esos restos poseen una gran cantidad de fibras que pueden ser utilizadas para producir papel, en un proceso en el que se muele, se mezcla con agua y se forma una pulpa, que en el caso de la marca Nat es natural, ya que no utiliza blanqueador químico, es 100 % de caña de azúcar.

¿Qué diferencias tiene este tipo de papel con el papel blanco que también vende Ledesma?

Ledesma es líder en el mercado argentino, tanto de papel fotocopia y para impresoras como de cuadernos y cuadernolas. Hasta ahora fabricaba el papel blanco, que es el que originalmente venía haciendo y se compone 95 % de caña de azúcar y 5 % de celulosa, además de utilizar blanqueador. Ahora lanzó este nuevo producto que es Ledesma Nat, cuyas hojas son de color natural y tienen además otras propiedades beneficiosas. Por ejemplo, cansan menos la vista porque no reflejan tanto la luz como el papel blanco. Podemos estar más tiempo leyendo un libro o una revista si están impresos en este papel de color natural. Es un cambio que iremos impulsando.

¿Qué recepción ha tenido por parte de sus clientes en Uruguay?

En realidad venimos trabajando bien, porque al competir al mismo precio es atractivo para el consumidor, y el producto además cumple con los estándares más exigentes de calidad y rendimiento, y no genera pelusa en las impresoras. Desde la incorporación de Nat el año pasado, estamos presentes en varias papelerías y supermercados del país. Yo me he sorprendido, pensaba que en negocios de más volumen preferían el papel blanco, pero este se está vendiendo, se está reponiendo, está rotando. Para su correcta exhibición, además, desarrollamos un exhibidor hecho en Uruguay con cañas de bambú, también reforzando el tema de la economía circular. Una ingeniera industrial amiga, Laura Antúnez, trabaja con el bambú y está promoviendo sus distintos usos. Hoy en día tenemos el exhibidor en 20 puntos de venta (10 supermercados y unas 10 papelerías) y estamos produciendo más.

También hemos tenido compras estatales y hemos ganado licitaciones. En definitiva, hubo una buena aceptación, y creo que vamos por buen camino para que este papel se consolide y se conozca.

¿Por qué se considera un producto sustentable?

La caña de azúcar se renueva cada cinco años; lo que se hace año a año es una poda, y vuelve a crecer al año siguiente. Hay una diferencia con talar un árbol, que hay que esperar 15 años o más para que crezca y dé el rendimiento adecuado. Además, la caña no es una sola, sino que es un entramado de raíces; por lo que se poda una rama, que volverá a crecer nuevamente.

Asimismo, en toda su producción, Ledesma tiene la verificación de huella de carbono, una forma de medir la emisión de gases de efecto invernadero que produce el ser humano cuando fabrica un producto. Para su cálculo se utilizan protocolos internacionales creados por expertos en la materia. Por ejemplo, midieron cuántas emisiones en kilos por resma, y estamos hablando de un kilo de dióxido de carbono por resma en el papel Nat versus cuatro kilos que emite el papel común de árbol. Esto es un 75 % menos de emisiones.

También tienen otras iniciativas, como la certificación Producto Yungas, otorgada por esta reconocida ONG ambientalista. De esta manera validan el uso de fibra de celulosa alternativa y la protección del entorno natural durante todo el proceso de producción.

La plantación de Ledesma tiene una extensión de 40.000 hectáreas, 38.000 de caña de azúcar y 2.000 de naranjas; pero tienen 150.000 hectáreas dentro de una biorregión en el norte argentino. En la década del 70 u 80, ellos decidieron donar más de 100.000 hectáreas para crear un parque nacional y proteger así esa biorregión, porque se dieron cuenta de que si protegían ese ecosistema iban a poder seguir produciendo sosteniblemente. Y yo me siento muy alineado con ellos.

¿Cómo surge el contacto entre Santiago Aloy y Ledesma?

Surge a través de Armando, el director de la empresa, y mi hermano Santiago, que es el coordinador general. Nosotros hace más de 10 años que éramos distribuidores de Fanapel, y cuando la fábrica cerró comenzamos a importar desde Argentina. Pero nos interesamos en Ledesma para poder ofrecer otro tipo de productos, de otras calidades. Además de la parte del papel, también nos interesaba la parte de papelería, como cuadernolas, blocks, etcétera. Aprovechando el papel Nat, Ledesma también desarrolló la primera cuadernola sustentable a nivel mundial, porque usa hojas de papel de caña de azúcar, y a su vez tiene una tapa de bioplástico, que también se desarrolla a partir de la caña de azúcar y del maíz. Es 100 % reciclable.

¿Y esta cuadernola sustentable también se puede encontrar en plaza en Uruguay?

Sí, nosotros somos los importadores y distribuidores. Nuestros productos se consiguen en papelerías y supermercados de todo el país, y también tenemos un canal de venta online para grandes oficinas y empresas que ya consumen este nuevo papel de Nat. Somos el mayor proveedor de varios bancos, que son grandes consumidores de papel. Y está bueno poder brindarles una opción más ecológica.

Si multiplicamos las decenas de miles de resmas en las que se sustituye papel de árbol por caña de azúcar, estamos bajando millones de kilos de dióxido de carbono de la atmósfera.

Por eso vuelvo al concepto de que hoy tenemos herramientas para hacer un cambio, para dejarles un lugar mejor a las próximas generaciones. Y en eso también estamos trazando una línea, tendiendo puentes con el gobierno, con el sistema político, que son los que tienen injerencia, que son los que pueden hacer un cambio grande y rápido para generar beneficios que incentiven el consumo ecológico.