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El gobierno uruguayo firmó un memorando de entendimiento con la empresa HIF para la construcción de una planta de hidrógeno verde en Paysandú, paso previo a la firma de un contrato de inversión. De concretarse, sería la mayor inversión privada en la historia del país, cercana a los 6.000 millones de dólares, y permitiría crear en la etapa de construcción unos 3.000 empleos, señaló el secretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés.
Inicialmente, el gobierno había anunciado una inversión de US$ 4.000 millones, pero la empresa concluyó que en el país no estaban dadas las condiciones para comprar la totalidad del CO2 que el proyecto demanda, por lo que decidió que se encargará de construir las instalaciones para producir su propio CO2, con un mayor monto de inversión.
En la ceremonia, junto con Ferrés, estuvieron presentes la prosecretaria de Presidencia, Mariana Cabrera, el canciller y ministro interino de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, el presidente de Ancap, Alejando Stipanicic, la presidenta de UTE, Silvia Emaldi, el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, y representantes de la empresa.
Ferrés destacó la relevancia de este acuerdo para el país. El memorando de entendimiento representa una instancia previa a la firma del contrato de inversión. Ahora, se deberá estudiar la factibilidad del proyecto, dijo. De concretarse, sería la mayor inversión privada de la historia, ya que alcanzaría los 6.000 millones de dólares y generaría unos 3.000 puestos de trabajo en la etapa de construcción.
El proyecto posiciona a Uruguay en la escena internacional como país que promueve el desarrollo de industrias verdes. “Sirve para la emisión de bonos financieros, para posicionarnos como país natural, que está a la vanguardia de las inversiones de productos ecológicos”, indicó Ferrés.
Paganini explicó que la planta produciría combustibles sintéticos. Para ello, utilizaría dióxido de carbono que emerge de las cadenas de biomasa, y también hidrógeno verde, que sería generado a partir de energías renovables. “Le agrega un producto más a la producción nacional. Es un producto verde, carbono neutral, que genera una nueva rama industrial”, expresó. El jerarca también recordó que la producción de combustibles verdes es una industria en pleno desarrollo a nivel internacional.
Por su parte, Olivera destacó la relevancia de instalar este proyecto en Paysandú debido a la historia industrial de ese departamento. Asimismo, destacó el potencial para dinamizar la economía local.
Apuesta al hidrógeno verde
La apuesta al hidrógeno verde es uno de los ejes de la segunda transición energética que el gobierno impulsa. De acuerdo con los estudios del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de 2018, para limitar el calentamiento global a menos de 1,5 °C se debe lograr ser carbono neutral a nivel mundial en 2050.
El hidrógeno verde es el producido sin la participación de combustibles fósiles, únicamente a partir de energías renovables.
Actualmente el método que se vislumbra con mayor potencial para la producción de hidrógeno verde es la electrólisis del agua, de forma tal que, a partir de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables y agua, se obtienen por separado hidrógeno (H₂) y oxígeno (O₂). Por tanto, la producción del hidrógeno verde es un proceso con cero emisiones de gases de efecto invernadero.
La segunda etapa de la transformación energética en Uruguay, explica en su página web el Ministerio de Industria, Energía y Minería, incluye diversos desafíos, entre los cuales se encuentran el desarrollo de una economía del hidrógeno y continuar la descarbonización del sector energético y de producción de materias primas.
En cuanto al desarrollo de una economía del hidrógeno, Uruguay tiene muchos atributos para ser un productor de hidrógeno verde y derivados para ser exportado y consumido localmente.
La calidad, abundancia y complementariedad de los recursos eólico y solar permitirían lograr costos competitivos para la producción de hidrógeno a escala. Para 2030, los costos de producción pueden alcanzar 1,2-1,4 USD/kg, con una capacidad total mayor a los 90 GW de potencia a partir de energía renovable en los sitios con mayor potencial.
A su vez, indica el documento, el país cuenta con centrales hidroeléctricas, infraestructura de red de transporte de energía eléctrica, matriz eléctrica 97 % renovable, alta disponibilidad de agua y fácil acceso a CO2 (a partir de biomasa sustentable), que pueden permitir una producción competitiva de combustibles sintéticos (e-metanol y e-jetfuel).
El país cuenta también con alta disponibilidad de agua dulce por pertenecer a una gran cuenca regional, así como por el régimen de precipitaciones anuales.
El documento destaca además el valor del puerto de Montevideo, con acceso al océano Atlántico, y la actual operativa logística interna desarrollada, y que Uruguay es un país de una fuerte institucionalidad y seguridad jurídica que se encuentra entre las principales economías del mundo para la inversión sustentable, según el índice ESG que elabora JP Morgan.
Impulso al desarrollo
La incorporación de hidrógeno verde dará a Uruguay desarrollo industrial, económico y laboral, mayor independencia energética, disminución de la vulnerabilidad respecto de la volatilidad de los precios del petróleo, y ahorro de divisas, afirma el MIEM.
Las iniciativas de producción de hidrógeno verde y derivados son proyectos industriales que permitirán crear puestos de trabajo y agregado de valor en el país. Se exportarán productos industriales, como combustibles de última generación, a partir de energía renovable, agua y residuos de las industrias que utilizan biomasa, aplicando nuevos procesos productivos.
El país podrá posicionarse como productor de energía y productos renovables, un nuevo rubro de exportación, estratégico y de largo plazo. Se trata de productos y combustibles renovables que están siendo demandados por la industria naviera y la aviación, entre otras, que están en proceso de descarbonización. Uruguay puede ocupar un lugar como proveedor y receptor de inversiones.
El desarrollo de la industria de hidrógeno verde podría generar más de 30.000 puestos de trabajo directos calificados en construcción de plantas, operación y mantenimiento, logística y educación técnica.
El hidrógeno verde y sus derivados representan una oportunidad de facturación para Uruguay estimada en 2.000 millones de dólares anuales a 2040. A la vez, implica una reducción de emisiones de CO2 estimada en siete millones de toneladas por sustitución de combustibles fósiles.
Asimismo, en el nivel de desarrollo tecnológico actual, estos procesos implicarán la formación de recursos altamente capacitados y la oportunidad de avanzar en investigación, desarrollo e innovación en el país, pues a nivel global se están desarrollando tecnologías y oportunidades para la innovación y el desarrollo de empresas tecnológicas. (Fuente: Comunicación presidencial y MIEM).