El ministro de Ambiente, Robert Bouvier, destacó como un gran éxito la reciente realización de la Expo Uruguay Sostenible, y consideró que cumplió con su cometido de acercar entre sí a todos los actores vinculados a las temáticas ambientales y facilitar el conocimiento de su importancia por parte de la ciudadanía. Mencionó al proyecto Arazatí y los planes de extensión del saneamiento en localidades del interior del país, como el camino por el que el gobierno se propone dar una respuesta de largo plazo a la actual crisis hídrica.

¿Qué evaluación hace de la Expo Uruguay Sostenible 2023?

Fue un gran logro para nosotros, ya que contamos con la visita de casi 20.000 personas que conectaron con los temas ambientales y de sostenibilidad. Este evento es una herramienta más que crece año a año y que suma a uno de los objetivos trazados por nuestro ministerio: construir conciencia ambiental.

En esta edición renovamos la apuesta. Sumamos empresas públicas, privadas y de la sociedad civil en una iniciativa única en el país llevada adelante por un ministerio, que fue diseñada bajo los lineamientos establecidos en el protocolo de eventos sostenibles elaborado por nuestros técnicos. 

Además de la participación ciudadana, quiero destacar que la expo contó con 200 stands, de los cuales más de 100 fueron para emprendimientos y organizaciones de la sociedad civil, 30 talleres para los centros educativos y para las familias, más de 200 panelistas, y sobre todo quiero reconocer el interés empresarial de participar en la primera ronda de negocios que contó con 150 reuniones bilaterales entre grandes empresas y mipymes con un único eje: la sostenibilidad. 

Creemos que con esta instancia cumplimos con el objetivo de acercar a los ciudadanos a las temáticas vinculadas al cuidado del ambiente, algo que nos involucra a todos, todos los días, y con las que cada uno de nosotros podemos contribuir a través de nuestras acciones, mejorando nuestras prácticas para ser parte del desarrollo sostenible, la conservación y el buen manejo de nuestros recursos naturales.

Con la realización de la expo el ministerio consolida su posición como el principal articulador entre los diversos sectores vinculados a las políticas de ambiente.

¿Cuáles fueron los principales elementos que hicieron que eso fuera posible?

La expo es una iniciativa única en el país llevada adelante por un ministerio de apenas tres años de vida. El Ministerio de Ambiente, en el marco de sus competencias legales y como parte de la inspiración de su creación en 2020, está embarcado en liderar la transformación hacia formas más sostenibles y cuidadosas con el ambiente. 

En ese camino estamos, y para eso trabajamos en la identificación de los actores relevantes que permitan cumplir con ese cometido. Esto supone necesariamente que desde el ministerio articulemos y promovamos iniciativas de interés en los distintos sectores para que encuentren en nosotros un aliado que traccione los cambios hacia un Uruguay más sostenible.

La sección de mypes ocupó un espacio muy importante en nuestra feria con la participación en los stands y la realización de la primera ronda de negocios, que contó con más de 150 reuniones bilaterales entre empresas y mipymes uruguayas. Esto es porque son parte de nuestra política pública, porque tenemos la convicción de que estas unidades productivas son importantes en la transición a la sostenibilidad ambiental-productiva. Más allá del impacto ambiental directo de sus operaciones, su cercanía con la comunidad, sus clientes y colaboradores las hacen actores principales de cambio. 

La participación de la gente durante la Expo Uruguay Sostenible, la cantidad de empresas involucradas y las organizaciones que nos acompañaron dejando sus saberes a través de las charlas son un indicio de que este tipo de experiencias son un capital que debemos reforzar año a año para dejar un mejor mundo para nuestros hijos.

A partir de la emergencia hídrica que atraviesa el país, ¿cuáles serían las principales políticas que el ministerio podría impulsar para amortiguar sus efectos en el futuro?

La gestión que realizamos del agua como recurso esencial para la vida y para la mayoría de las actividades humanas repercute indudablemente en el bienestar social, y por lo tanto nos demanda como Ministerio de Ambiente un enfoque integral.

Nuestro ministerio tiene entre sus cometidos instrumentar la Política Nacional de Aguas para llevar adelante una gestión de los recursos hídricos que impacte positivamente en el desarrollo económico y social del país, promoviendo además sinergias con las demás acciones sectoriales desarrolladas por otras instituciones públicas y privadas vinculadas al sector.

El año pasado desde el Ministerio de Ambiente confirmamos la realización de dos proyectos que buscan dar respuestas a largo plazo a las problemáticas que enfrenta nuestro país hace mucho tiempo. El plan de “Universalización del saneamiento para el interior del país” y la aprobación de realización del proyecto Arazatí, que entre los dos suponen una inversión total de 500 millones de dólares, lo cual significa la inversión ambiental más importante de la historia del país, y los dos están orientados hacia la gestión de nuestro recurso hídrico. 

El proyecto de universalización de saneamiento prevé en su primera etapa la intervención en 61 localidades de más de 2.000 habitantes, alcanzando un 70 % de cobertura en el interior del país, lo que representa entre 170.000 y 200.000 nuevos usuarios con acceso a saneamiento. Supondrá el empleo de alrededor de 2.000 personas, y es fruto de un trabajo en conjunto entre los técnicos de las distintas instituciones involucradas, lo cual nos genera un enorme orgullo ya que es una obra esperada por gran parte del país.

La importancia de este proyecto va mucho más allá de lo ambiental, es un proyecto que va a impactar positivamente en la calidad de vida de las personas, y lo que estamos haciendo es llegar a aquellas localidades del interior a veces olvidadas, lo cual va a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Con esta inversión pasaremos de una cobertura de apenas 50 % a casi 70 %. 

El proyecto Arazatí prevé la construcción de infraestructura para potabilizar agua, la construcción de una nueva planta potabilizadora en el departamento de San José para captar agua del Río de la Plata, con una estación de bombeo y una tubería aductora de 80 kilómetros de largo hasta Montevideo. Con esta obra se asegura el abastecimiento a Montevideo, Canelones y San José y el acceso de la población a un derecho básico. Es justo decir que hace muchísimo tiempo se viene debatiendo sobre una solución para este problema y es en esta administración en la cual se ha podido avanzar hacia la concreción de una solución de largo plazo. 

Recientemente el presidente Lacalle Pou anunció la construcción de una planta de hidrógeno verde en Paysandú, la mayor inversión en lo que va del período en materia de energías renovables. ¿Cuáles fueron las claves para concretar este proyecto y qué repercusiones podría tener para el país?

Se trata de una política que nos encuentra a varios ministerios trabajando junto a empresas públicas, para alcanzar transformaciones relevantes a nivel país con iniciativas innovadoras, de primer nivel en relación a la generación de energías renovables.

Desde el Ministerio de Ambiente participamos constantemente en instancias de formación, de discusión de la hoja de ruta hacia el desarrollo del hidrógeno verde y sus derivados. Además, colaboramos en la definición de las condiciones ambientales y estudios de impacto ambiental, de los cuales surge información relevante asociada a este tipo de proyectos.

Con la iniciativa de generación de una planta de hidrógeno verde y el avance en energías renovables se visualizan grandes oportunidades en el país y la posibilidad de destacarnos a nivel internacional. A su vez, se trata de una iniciativa que trae aparejados beneficios en el plano social, ya que se podrá contar con 3.200 nuevos puestos de trabajo en el momento de mayor productividad de la planta.

El desarrollo sostenible sigue siendo la opción para el crecimiento a nivel nacional y la oportunidad de acceder a mercados internacionales, una línea cada vez más marcada y valorizada.

El Parlamento dio media sanción al proyecto que tipifica delitos ambientales. ¿Cuál será el rol del ministerio una vez que la ley sea votada?

Primero que nada debo decir que, de aprobarse, será la primera vez que se incorpore la tipificación de delitos ambientales en el Código Penal. Hoy la normativa prevé multas que pueden crecer a raíz de la repetición de la conducta, pero no son suficientes, porque puede suceder que a un infractor le convenga la ecuación económica de pagar la multa para continuar con la actividad. Ahora, si existe normativa penal, esta funciona de otra manera porque allí sí las empresas y actores terminan teniendo otro cuidado y una responsabilidad con el tema.Primero que nada debo decir que, de aprobarse, será la primera vez que se incorpore la tipificación de delitos ambientales en el Código Penal. Hoy la normativa prevé multas que pueden crecer a raíz de la repetición de la conducta, pero no son suficientes, porque puede suceder que a un infractor le convenga la ecuación económica de pagar la multa para continuar con la actividad. Ahora, si existe normativa penal, esta funciona de otra manera porque allí sí las empresas y actores terminan teniendo otro cuidado y una responsabilidad con el tema.

El proyecto de ley suma una herramienta muy importante, porque a partir de esta norma se incluye al trabajo de los técnicos de Ambiente la acción punitiva del Estado, la Policía, la Fiscalía y los jueces. Tendremos la intervención directa de estas dependencias públicas, que van a estar actuando o interviniendo directamente en la persecución de estas conductas que afectan al ambiente. El ministerio tendrá un rol preponderante en lo que tiene que ver con la capacitación de estos actores en la temática ambiental. 

Es un camino que está comenzando y esperemos prosiga a buen ritmo. Esto va a generar el fortalecimiento de la conciencia ciudadana que habla de estos temas e instala el tema en la agenda pública e impacta a la hora de entender necesaria una normativa al respecto. El ambiente es un derecho de todos, una propiedad que debe ser protegida por todos, y la defensa de los intereses difusos, como en este caso, corresponde a todos los ciudadanos.

El ministerio ha concretado avances muy importantes en materia de gestión de residuos y gestión de envases. ¿Cómo se vienen desarrollando esas políticas y cuáles son los próximos pasos?

Luego de aprobada la Ley de Gestión Integral de Residuos en 2019, el Ministerio de Ambiente se puso a trabajar en la elaboración del Plan Nacional de Gestión de Residuos, que termina publicando en diciembre de 2021.

Todas las acciones que emprende el Ministerio de Ambiente en materia de gestión de residuos se enmarcan en la Política de Gestión de Residuos contenida en la citada ley y en el Plan Nacional de Gestión de Residuos que se proyecta a diez años, con una revisión al quinto año.

De todos modos, se puede destacar algunos ejes de trabajo específicos que tienen el potencial de cambiar de manera sensible la gestión de residuos en el país. Cada uno de estos ejes tiene diferentes espectros temporales, algunos están en ejecución, otros suponen una regulación previa con diversos niveles de avance, como en el caso de los residuos de obra de construcción, cuya reglamentación está en proceso de discusión y elaboración, y los residuos de aparatos electroelectrónicos, cuya reglamentación está en proceso de aprobación.

Estamos acortando una brecha histórica en materia de gestión de residuos domésticos trabajando codo a codo con los gobiernos departamentales, apoyándolos económicamente para cerrar los vertederos, favorecer la recuperación de materiales valorizables, optimizando la logística mediante estaciones de transferencia, por ejemplo, integrando clasificadores en los procesos y disponiendo residuos adecuadamente. Esto supone un desembolso de parte del gobierno nacional de 17 millones de dólares, con contrapartidas de los gobiernos departamentales no menores a 20 millones de dólares.

A raíz de los magros resultados alcanzados a lo largo de la historia, en 2021 se determinó por resolución ministerial (271/2021) fijar las tasas promedio de recuperación de envases descartables en 30 % y 50 % para 2023 y 2025, respectivamente. Esto llevó a que la Cámara de Industrias revisara y rediseñara su Plan de Gestión de Envases. 

Uno de los cambios fundamentales de ese rediseño es el establecimiento de un sistema de depósito, devolución y reembolso. Este sistema, implementado en diversos países europeos y en evaluación en varias economías emergentes, supone establecer un valor de seña a los envases no retornables, de modo de estimular a los usuarios a devolverlos para cobrar el valor de la seña. Con esto se alcanzan niveles de recuperación de envases por encima de 80 %.