Somos Uruguay conversó con Sabrini Frontini, de Avícolas del Oeste, quien contó las dificultades  que debió atravesar el sector en los últimos años ante un incremento sustancial en los permisos de importación, el aumento del precio del maíz y  los desafíos que asume la empresa para apostar a la exportación. 

Avícolas del Oeste fue fundada por su padre, Ernesto, en 1965. Con 15 años, y ayuda de sus padres Tito y Chona Ernesto Frontini, comenzó faenando en el galpón de su casa y asumió la conducción de la empresa como proyecto de vida.

Hoy la empresa tiene 750 empleados directos y más de 500 en forma indirecta. Cuenta con aproximadamente un 28% del mercado. Sus hijos, en circunstancias difíciles para el sector, intentan salvaguardar todo el esfuerzo que le implicó a su padre poner en pie la que hoy es una de las principales productoras avícolas del país. 

En marzo de 2022 se dió un incremento abrupto en los permisos de importación, tanto para pollo entero como trozado, que repercutió en el precio del producto, generando dificultades para competir a las empresas uruguayas, al borde de dejarlas sin posibilidades de colocar su producción, y encareciendo aún más los costos del proceso. Luego de varios meses de conversaciones con el gobierno, semanas atrás, la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas alcanzó un acuerdo satisfactorio para el sector, que permitirá mantener la producción nacional en base a los niveles históricos de importación hasta marzo de 2025.

Además de la competitividad en el mercado local, uno de los grandes desafíos del sector es prepararse para la exportación, algo en lo que Avícolas del Oeste se viene trabajando, junto a otras empresas del sector.

“Estamos tratando de hacer una puesta a punto para llegar mercados nuevos y más exigentes. El gobierno nos está impulsando; tuvimos varios seminarios,  procesos de formación para el personal, y actualmente estamos trabajando en un proyecto de mejora continua para entender dónde debemos invertir y en que tiempos debemos hacerlo según nuestras capacidades, para mejorar la planta con esta visión de futuro”, señaló Frontini y agregó que al tratarse de inversiones a largo plazo, tienen que estar bien planificadas.   

“Lo que nosotros tratamos de hacer es un crecimiento paulatino para que las inversiones no nos peguen tanto, para esto es necesaria la planificación estratégica y que siempre una inversión este alineada con la siguiente”, planteó y puso como ejemplo la compra de maquinaria o los costos que implica alcanzar las certificaciones que requieren los mercados a los que están aspirando.

“La visión a largo plazo del sector avícola es perfilarse para poder acceder a nuevos mercados y entre todas las avícolas tenemos el propósito de trabajar en conjunto para esto. Ya se han hecho exportaciones, pero no a un precio que nos convenga, en los mercados que podemos acceder hoy en día”, agregó en referencia a la venta del pollo uruguayo a algunos países que ya se ha exportado.

Una de las posibilidades en las que se está trabajando es en el ingreso de productos avícolas a China, donde también se consumen otros cortes como por ejemplo la garra, que para ellos es muy valorada. En países como este es que se apuesta a posicionar a Uruguay por su mayor calidad: “Son mercados que valoran que tenemos un mejor producto, y ven el diferencial en nuestra producción, al igual que en la carne vacuna, somos buenos en lo que hacemos”. 

Avícolas del Oeste trabaja en todo el proceso de producción, está integrada verticalmente; cuenta con la planta de incubación, las granjas de madres, el molino (producción de comida balanceada para la alimentación en las diferentes etapas de la crianza), los fasoneros, que son unas 50 empresas familiares, el frigorífico, donde se faenan las aves y la cadena de distribución. 

Sabrina destacó la actitud de su padre de buscar el mantenimiento de la empresa y la producción local en momentos de dificultades: “La visión de mi padre siempre fue de ver cómo hacer para seguir produciendo, estamos tratando de generar nuevos productos y de tener ese  diferencial para competir, además del servicio, que estamos siempre acostumbrados a dar”.