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El presidente de Cutcsa, Juan Salgado, habló con Somos Uruguay Revista sobre la situación de la empresa, la pérdida de pasajeros en el transporte colectivo, el rol del subsidio del transporte para los pasajeros y la transformación hacia una flota cien por ciento eléctrica.
Salgado planteó que la pérdida de mercado en el transporte colectivo ronda el 20 %, tanto en nuestro país como en Latinoamérica, y señaló que se trata de una caída que no se va a recuperar, al menos en el corto o mediano plazo, porque está vinculada a los cambios que la pandemia generó en la vida de la gente.
Según manifestó, el impacto de la pandemia sobre el transporte se explica al considerar que los principales motivos para viajar son el trabajo, en primer lugar, y el estudio, en segundo lugar.
“Cualquier cambio en eso influye tremendamente; el trabajo mixto presencial o el teletrabajo, por ejemplo, afectó mucho y en muchos casos vino para quedarse. En el estudio también hay clases presenciales y otras online; y eso evitó asimismo un montón de viajes”, indicó.
Salgado señaló que en el 2020 muchas personas buscaron un medio de transporte individual, en parte por miedo a lo que podría pasar con la pandemia. “En aquel momento no se sabía cuál era el riesgo de contagio al viajar en un ómnibus. A lo largo del tiempo se demostró que en el ómnibus no había contagios al usar tapabocas y las ventanillas y las escotillas abiertas, sino que era más seguro viajar en un ómnibus que en un auto, por ejemplo, con cuatro personas, con el vidrio cerrado y el aire acondicionado prendido. Había mucho más riesgo de contagiarse en un auto particular que en un ómnibus de transporte colectivo”, explicó.
“El nuevo 100 por ciento es el 80 por ciento; ese es el nuevo mercado que hay. ¿Qué tiene que hacer el transporte? Como primera medida, hacer ajustes desde el punto de vista económico financiero, desde el punto de vista empresarial. ¿Qué tienen que hacer las autoridades? Tratar de impulsar medidas en el transporte general que tiendan fundamentalmente a favorecer al pasajero, desde el punto de vista de la calidad del servicio y desde el punto de vista del precio.
Salgado subrayó que las empresas del transporte urbano, suburbano y departamental “no reciben un solo peso del subsidio”, porque eso va “íntegramente” al precio del boleto, algo que se mantiene desde el inicio del fideicomiso, en el 2006, y señaló la importancia de analizar cómo enfrentar el 2023, cuando no se espera que el mercado aumente.
“Es un mercado un 20 por ciento menor, lo que es mucho, y más para las empresas, que hemos ido postergando pagos, y que tenemos que empezar a ponernos en orden. Yo diría que en el 2023 se va a atravesar un momento de crisis bastante importante en el sistema de transporte”, advirtió.
Para Salgado el aumento del precio del boleto “no es una variable genuina” para contrarrestar los efectos de la pérdida del mercado, y recordó que es “un camino que se recorrió en los años 90, y ya sacamos las conclusiones de que es totalmente lo contrario de lo que hay que hacer”. Y agregó: “No solo entendemos que no se puede hacer, no lo vamos a hacer”.
Salgado destacó el trabajo que ha hecho el sector sobre el precio del boleto, y recordó que en marzo del 2017 el pasaje costaba 33 pesos, y hoy un viajero frecuente paga 36 pesos. En esa línea planteó que es necesario seguir trabajando en ese sentido para “lograr precios lo más económicos y competitivos” que sea posible, y generar herramientas, como el boleto de dos horas, que permitan que los pasajeros puedan resolver sus movimientos del día “en forma fácil pero, además, económica”.
El presidente de Cutcsa señaló que hace pocos días la Intendencia de Montevideo sacó una resolución que permite usar el boleto de dos horas en ómnibus diferenciales. “Alguien puede comprar un boleto de dos horas y hacer un segundo tramo o el ‘ida y vuelta’ con los coches diferenciales. Eso, para quien utiliza ese servicio, en muchos casos es una rebaja de un 50 por ciento de lo que pagaba”, recalcó.
Además del precio, Salgado planteó que es necesario mejorar la calidad del servicio, utilizando lo que Cutcsa ya tiene, como su nueva flota, con la mitad de los coches con piso bajo, el 100 por ciento con wifi en buen funcionamiento, casi 300 unidades con puertos USB, y 240 coches con aire acondicionado que se van a poder utilizar por primera vez este verano, dado que fue autorizado por la Intendencia de Montevideo. También destacó la aplicación que permite que la persona vea en tiempo real por dónde viene el ómnibus que se quiere tomar.
Otro tema mencionado por Salgado es la mejora de la convivencia en la unidad. Sobre ese punto dijo que la intendencia dispuso hacer cumplir una resolución del 2017 que nunca se había aplicado y que es la de no utilizar los parlantes dentro del vehículo. “Eso surge de una comisión donde está el defensor del vecino, el representante de la Junta Departamental, de las empresas y de los trabajadores, y salió por unanimidad que el conductor no pierda la posibilidad de tener la radio, pero que la escuche solo él”, agregó.
Otro de los puntos para mejorar la convivencia en la unidad está relacionado con las cámaras, algo que Cutcsa ya tiene desde hace años, pero que permitiría que en todas las unidades del transporte colectivo se pudiesen pedir las imágenes cuando se producen situaciones de violencia. Salgado dijo que la mayoría de los problemas en el transporte se dan entre pasajeros y no con el personal.
Además de las cámaras internas, el presidente de Cutcsa mencionó que también el uso de cámaras externas permitiría avanzar en la velocidad, que es otra forma de mejorar la calidad del servicio, debido a que permitiría enviar las imágenes a la autoridad competente en los casos en que no se respete el carril exclusivo. En ese sentido, señaló que el objetivo es ahorrar un 30 por ciento en el tiempo del viaje, y destacó lo que significa eso a lo largo de los años para alguien que viaja dos veces por día.
“Priorizar el transporte colectivo es un paso fundamental cuando se habla de mejorar la calidad del aire, del cuidado del medioambiente. No es solo el cambio de matriz energética, que es importante, sino que sumado a eso está todo lo demás: que la gente deje algunos autos, que suba al transporte público; todo eso mejora la calidad del medio ambiente y fortalece el transporte público”, agregó.
Salgado destacó que en marzo el directorio de Cutcsa tomó la decisión de no renovar más coches a gasoil, que toda la renovación sea por coches eléctricos. La empresa presentó un cronograma por el que se comprometió a ir incorporándolos en partidas de 250 unidades, hasta llegar a tener el cien por ciento de la flota de coches eléctricos en el 2040.
En el marco de la cumbre sobre cambio climático COP27, Cutcsa adhirió al acuerdo de cero emisiones, y obtuvo de manos de la embajadora británica en Uruguay, Faye O’Connor, la certificación de vehículos de emisión cero: “Hasta el día de hoy somos la única empresa de transporte en Latinoamérica que firmó ese compromiso”, destacó Salgado.