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El arquitecto José Schapiro, gerente de Sistemas Integrados de Gestión de Securitas, conversó con Somos Uruguay Revista sobre los procesos de certificación realizados por Securitas, las claves para su implementación y el vínculo entre el cumplimiento de los requisitos que establece cada norma y la mejora en la calidad del servicio. Schapiro comenzó a trabajar en el 2001 en la empresa de alarmas con respuesta y monitoreo Proguard, que fue comprada por Securitas en el 2006. Ese año asumió la responsabilidad de encabezar el proceso de certificación para la norma ISO 9001, lo que implicó una capacitación de dos años.
Tras esa primera experiencia en procesos de certificación, que culminó en el 2008, Schapiro quedó al frente del área que se encarga de coordinar, entre los diferentes sectores de la empresa, el cumplimiento de los requisitos de las normas por las que están certificados. Securitas certificó en el 2019 la norma ISO 18788, sobre sistemas de gestión de operaciones en seguridad, una norma específica para empresas de seguridad que tiene como objetivo asegurar el respeto por los derechos humanos de los clientes, del personal de la empresa y de terceros.
En el 2020, Securitas certificó la norma ISO 37001, sobre sistemas de gestión antisoborno, y al año siguiente la norma ISO 45001, enfocada en las responsabilidades de la empresa para brindar a sus trabajadores entornos de trabajo seguros y saludables.
A mediados de noviembre de este año culminó la auditoría anual de las cuatro normas que certifican los sistemas de gestión implementados en Securitas, sin registrar incumplimientos. En ese proceso, que se realiza todos los años, el organismo que emite la certificación chequea la observancia, punto por punto, de los requisitos de la norma.
La norma ISO 37001
El experto comentó que desde hace algunos años el Grupo Securitas está trabajando intensamente en el tema de ética comercial y anticorrupción, lo que representó una oportunidad de desarrollar un sistema de gestión para la prevención del soborno.
“Este tipo de temas los está trabajando el Grupo Securitas con mucha fuerza, y tener un sistema de gestión nos obliga a hacer determinadas tareas; por ejemplo, análisis de riesgos, y a tener determinados controles implementados, que están muy alineados con lo que el grupo pretende de Securitas Uruguay”, expresó Schapiro.
Para implementar los requisitos de cualquier norma ISO es necesario adaptar esos requisitos a la organización y a su forma de trabajo, y asegurarse de que se cumplan. “En cuanto a la implementación específica de la norma ISO 37001, al tratarse de una norma enfocada en prevenir, detectar y enfrentar el soborno, hay que atender esas tres situaciones; primero, en la medida de lo posible, prevenirlo; si llega a suceder, tener las herramientas preparadas para detectarlo, y tener desarrollado un protocolo que establezca cómo se actúa en caso de que suceda”, agregó. Para Schapiro, en materia de prevención, una de las claves es la capacitación y la toma de conciencia del personal sobre el tema y su alcance, además de los análisis de riesgo que se hacen en toda la empresa, para medir la exposición que se tiene tanto para el personal como en el vínculo con clientes o proveedores.
“Todos los años se actualiza la exposición al riesgo de soborno de todos los cargos; no de las personas, sino de los cargos; se evalúa si el riesgo es bajo, medio o alto, y si es medio o alto, se toman acciones para mitigarlo. También se les pide que adhieran a nuestras políticas a nuestros clientes y proveedores”, comentó. “Tenemos una Política Antisoborno y Anticorrupción y tenemos un Código de Ética y Valores que habla de todos estos temas y establece la tolerancia cero a la corrupción, el respeto a los derechos humanos, las condiciones laborales, etcétera. Les pedimos a nuestros clientes y proveedores que adhieran a estas políticas y se comprometan a tener el mismo nivel de cumplimiento ético que tenemos nosotros. Buscamos que nuestros socios comerciales tengan el mismo nivel de cumplimiento ético que nosotros”, agregó.
Las normas y su impacto en la calidad del servicio
Consultado sobre el impacto del cumplimiento de los requisitos de las normas en la calidad del servicio, el gerente de Securitas respondió que uno de los puntos que ha ganado relevancia en las últimas versiones de las normas es la identificación de las partes interesadas en torno a la organización, que en el caso de Securitas son los clientes, los proveedores, el personal, los accionistas, la otras empresas del sector y los entes públicos que regulan la actividad. “Una vez identificadas las partes interesadas, hay que determinar cuáles son sus necesidades y expectativas respecto a Securitas y establecer objetivos para satisfacerlas. Todos los años, cuando establecemos los objetivos para el año siguiente, nos aseguramos de que haya por lo menos un objetivo para cada parte interesada, y a esos objetivos después se les asignan responsables, plazos y recursos, y se hace seguimiento de su cumplimiento. Si el sistema funciona razonablemente bien, todos los años va a mejorar la satisfacción de los clientes y todas las partes interesadas, al cumplirse sus expectativas”, destacó.
Por otra parte, resaltó que el mercado “ve como un valor agregado” el hecho de tener el certificado, en la medida en que es emitido por un ente independiente luego de una auditoría anual.
Schapiro subrayó que un desafío constante para el área es lograr que las normas de sistemas de gestión estén integradas al trabajo diario, y que estén “realmente entretejidas con la gestión de la empresa”, de manera de que no existan tareas que se hagan solo en función de cumplir con determinada norma. “Esto hay que hacerlo porque esa es la forma como trabajamos en Securitas”, señaló.