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El director de seguridad de la Escuela Profesional de Seguridad del Instituto Securitas, Hernando Hernández, conversó con Somos Uruguay Revista sobre la nueva reglamentación de seguridad privada en Uruguay, la necesidad de esa formación para lograr una complementariedad efectiva y la evolución de la formación en la seguridad pública y privada para minimizar los riesgos ante situaciones con riesgo de vida. Se refirió a los cursos de formación del Instituto Securitas, y el camino que le permitió a Securitas liderar y ser certificador internacional en formación en seguridad.
¿Cómo se inició el proceso para llevar adelante este proceso de formación?
Tenemos el orgullo de poseer la certificación CPP —Certified Protection Professional— de ASIS International, que es la principal organización global de profesionales en la materia y la más reconocida en el mundo de la seguridad. ASIS es una red global de 34.000 expertos, que impulsan los estándares y las pautas de la industria, la capacitación especializada y las certificaciones para promover las mejores prácticas de seguridad en todo el mundo. En el 2012 logramos fundar una nueva una sede o “capítulo” de ASIS International en Uruguay y ser uno de los 250 distribuidos en todos los continentes.
A propósito de ello, en estos días festejamos nuestro décimo aniversario en el país.
Es también en el 2012, que la empresa Securitas nos brinda la posibilidad de concretar un proyecto que inicialmente se llamó de “capacitación externa”, el cual buscaba llevar las mejores prácticas de seguridad del mundo a la ciudadanía, convencidos de la necesidad de profesionalizar la seguridad en el país.
A partir de ahí, comenzamos la tarea de organizar seminarios y cursos de diferente nivel y objetivo, con la participación de autoridades del Ministerio del Interior e invitados internacionales, referentes de diversos sectores. Compartimos y contrastamos las necesidades y experiencias nacionales con las mejores prácticas, intentando cambiar un poco la costumbre uruguaya de ir a “prueba y error” en los temas de seguridad, compartiendo conocimientos, experiencias y casos de éxito en la seguridad ciudadana.
Este proyecto, para llevar esas mejores prácticas al mercado, continuó avanzando, y para consolidar una “comunidad de seguridad público-privada profesional”, fuimos más ambiciosos y dijimos: “Podemos avanzar en un proyecto de capacitación internacional”.
Nos reunimos con la empresa Qualitas Learning, que es Microsoft Partner de toda América Latina, con expertos nacionales e internacionales de diferentes disciplinas y con base en los contenidos de ASIS International, creamos una plataforma exclusiva para la seguridad, que contiene diplomados y cursos virtuales que han logrado formar como directores de seguridad a más de 400 personas de casi todos los países de América Latina, y Francia y España.
Con todo ese trabajo conjunto, formamos el actual Instituto Securitas, integrado por tres escuelas, del cual tengo el orgullo de dirigir la Escuela Profesional de Seguridad. Desde ese lugar, hoy somos proveedores preferenciales de capacitación de ASIS International a nivel mundial.
¿Cuáles son las exigencias de formación en Uruguay?
En el ámbito de una mejora continua, que se inició en el gobierno anterior en Uruguay, una nueva ley de seguridad privada recogió muchas de nuestras inquietudes y necesidades planteadas por el sector. En enero de este año, esa ley fue reglamentada y de su núcleo destacamos la ampliación de las horas de capacitación, de la que Securitas ha sido un permanente impulsor.
Desde el Instituto Securitas, estamos ante un nuevo hito: ya estamos capacitando con cursos duales, en los cuales reunimos nuestros cursos de esa plataforma virtual específica de seguridad ya mencionada y experimentada en la región y que está un poco cualitativamente por encima de las exigencias de Uruguay, a los cursos que de manera presencial se exigen en la nueva Ley de Seguridad Privada. Merece destacarse el plantel docente del Instituto, en el que, además de los profesionales de seguridad, contamos con abogados, psicólogos, médicos, prevencionistas de seguridad, entre otros.
Por ejemplo, puede formarse un encargado o asesor de seguridad para una empresa con lo que requiere el nuevo marco legal nacional, más esas mejores prácticas que reciben vigilantes o encargados en Estados Unidos, en España o Japón, por mencionar algunos países.
Securitas, invirtió en tecnología y en recursos humanos que, como en mi caso, pudimos dedicarnos de manera exclusiva por varios años a desarrollar diplomados y cursos para preparar certificaciones internacionales y también cumplir las expectativas de complementar de manera profesional la difícil tarea de la seguridad pública. Estas certificaciones en otros países ya son requisito para ocupar cargos de dirección o diseño de seguridad pública o de director de seguridad de una multinacional. El objetivo de la nueva Ley de Seguridad Privada es avanzar en la capacitación y nosotros ya estamos brindando esa mejora continua profesional que permite cubrir los nuevos puestos.
Ese decreto reglamentario se podría ver como otro paso, ¿no es así?
Sí, es otro paso que va en la dirección correcta, porque aumenta las horas de capacitación para protegernos mejor y también es una forma de cuidar a las propias personas que participan, porque un mayor conocimiento también les reduce sus riesgos personales. Tomemos la experiencia uruguaya, tomemos las leyes uruguayas, pero en el mundo ya está comprobado que funciona para la prevención de los robos, para el control de la violencia en un lugar de trabajo, o cómo reducir los riesgos en tales situaciones; y eso es lo que incluyen nuestros cursos y talleres, no “inventamos la rueda cada diez minutos”.
¿Qué países lideran la formación en seguridad o han tenido mejores resultados?
La organización ASIS International, que integramos, reúne a más de 30.000 profesionales en el mundo, de todos los continentes, de todas las religiones e ideologías, porque, recordemos, la seguridad no tiene ideología. Se recoge desde distintas disciplinas, de la criminología, la sociología, la seguridad propiamente dicha, qué conocimientos y procesos funcionan en el mundo y en qué lugares han mejorado la seguridad ciudadana de acuerdo a su implementación. La idea es utilizar toda esa experiencia de las ciencias comparadas, pero con gran pragmatismo.
¿Se creó una comunidad fuerte en torno a la seguridad?
Sí. Todos los años hay un congreso de seguridad en Estados Unidos al que tenemos la oportunidad de ir desde el año 2012, en donde participan referentes globales de seguridad de muchas disciplinas y temáticas: terrorismo, seguridad de la información, prevención de la violencia, etcétera; y ahí compartimos experiencias con colegas de diferentes países y realidades, y podemos constatar que en algunos temas estamos bien y que en otros no tanto. En el tema de seguridad de la información, la ciberdelincuencia, por ejemplo, estamos bastante bien con la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento, aunque falta esa sinergia con las restantes áreas de la seguridad y una mayor “convergencia”; esto es, brindar seguridad personal, física y de la información de forma integral.
Hay margen para avanzar y nos motiva muchísimo que, ante la dificultad de revertir de manera más permanente la inseguridad que tiene Uruguay, como algunos otros países, la capacitación profesional en estas temáticas permita enfrentar los problemas reales de la seguridad pública y privada e incluso la personal, con mayores probabilidad de éxito. Es imposible que la seguridad privada complemente a la seguridad pública, como dice la nueva ley, si no se tiene conocimiento. Nuestro granito de arena apunta en esa dirección concreta.
¿Qué actividad de capacitación están planificando ahora?
La experiencia comparada científica indica que quienes tienen probabilidades de sobrevivir en las situaciones de gran riesgo de vida hacen ciertas cosas, y estoy hablando desde cómo enfrentar el hundimiento de un barco, un huracán, un copamiento o una rapiña, etcétera. Cuando se estudia a nivel comparado en el mundo, dicen: “Estas son las cosas que hacen tener más probabilidades de sobrevivir”.
Nosotros estamos proponiendo que se incluya en la formación de la seguridad privada y pública un curso en la plataforma que incluya estos aprendizajes.
Desde el espacio radial Vivir seguros en radio Carve, que compartimos con el periodista Daniel Castro y con el apoyo del Instituto Securitas, organizamos para el 10 de agosto un encuentro para hablar de este tema junto al máster coach Carlos Servián y al sobreviviente de la tragedia de los Andes, Carlos Páez Vilaró. Esta actividad contará con formato en vivo y trasmisión online y será a beneficio de la Fundación Niños con Alas.