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En diálogo con Somos Uruguay Revista, el director de la cadena de helados artesanales Chelato, Nicolás Baladon, habló sobre el crecimiento exponencial de la empresa y el proceso de internacionalización de la marca, que está presente en más de 30 países, el proceso de adaptación a otros mercados, la irrupción de la pandemia y el rol que jugó la compra online y el servicio de delivery para salir a flote
¿Cómo surgió la posibilidad de internacionalizar la marca?
Tuvimos varios acercamientos para vender el máster franquicia afuera; y la última vez, dentro de la negociación, se llegó a la opción de instalar una fábrica a nivel local, y que no sea exportación. Fue un lindo desafío del que recién ahora, años después, pandemia de por medio, se están viendo los resultados.
¿Qué efectos puede tener sobre la empresa ese proceso?
Para nosotros era un desafío como personas, más que para darle un valor agregado a la empresa. Obviamente no deja de ser un negocio, uno siempre sueña con la internacionalización desde el día uno en que emprende, y hoy es un sueño cumplido y vamos por más países en el 2022; ya estamos pensando en España y Perú.
Entre los desafíos que implica esa internacionalización, ¿cuáles son los más destacables?
Fue muy difícil la adaptación social, más que nada porque te encontrás con un mundo distinto al que conocías, con una cultura que te cambia por completo las reglas de juego. También el captar proveedores, cuando no conocés a nadie, no sabés por dónde empezar a buscar, no fue nada fácil.
Por ejemplo, en Paraguay no se manejan con Mercado Libre, hay una empresa local. En su momento, PedidosYa tampoco existía, la empresa local era fuertísima, ni siquiera Uber estaba. Eso te daba una señal de lo patriota que es el país y lo que apoyan a sus emprendimientos. Llegar con una marca de otro lado asustaba mucho, pero por suerte nos vinculamos con gente increíble, armamos un lindo grupo y en poco tiempo nos hicimos conocer y fuimos aceptados.
¿Cómo afectó la emergencia sanitaria al sector y cuáles son las perspectivas de recuperación?
Fue muy duro, sobre todo en Paraguay, donde hubo lockdown [cuarentena en las casas]. Al principio, con el delivery se remó; pero llegó un momento en que ya ni eso servía.
Uruguay sufrió un par de meses, aparte justo fue invierno, época en que por lo general el consumo es bajo; pero ya era demasiado bajo. Pero tuvimos justo una expansión a partir de junio, cuando empezamos a abrir prácticamente una franquicia por mes, y hasta el día de hoy no hemos parado. Las tiendas no han llegado ni cerca aún a prepandemia en Uruguay, pero al haberse triplicado la producción, cuando pasás raya, el resultado es mayor.
En los últimos tiempos ha habido cambios en las formas de consumo, con el crecimiento de los deliveries, y elecciones de compra que se concretan en la web.
¿Cómo se ha adaptado la empresa a esos cambios?
Increíblemente nosotros veníamos adelantados con eso, y teníamos fecha de lanzamiento de nuestra plataforma web en los dos países en marzo 2020, una vez que se terminara la temporada fuerte, porque estábamos con más demanda de lo que podíamos producir en verano.
Yo justo estaba en Brasil cuando cayeron los primeros casos en Río de Janeiro, y pude ver dos semanas antes que nos iban a cerrar, lo que nos dio tiempo a conseguir la flota de deliveries y lanzar el servicio la primera semana de pandemia en ambos países.
Realmente fue lo que nos salvó en su momento. Eran 130 pedidos todos los días, la web era hasta las 24.00 horas, y teníamos que cortar a las 20.00 porque teníamos demoras de cuatro horas por día desde casa central. En tiempos normales, unos 15 pedidos es un muy buen día de delivery en una heladería. Hoy por hoy, ya volvió a la normalidad; existe, pero no es que haga la diferencia.
¿Cuáles han sido los principales logros de este año?
Este año la meta era llegar a 30 franquicias y se llegó a 31. El tiempo para concretar era hasta el 31 de octubre y tuvimos que cerrar el 8 porque no íbamos a poder abastecerlos a todos. También se cortaron las ventas, no vendemos a clientes nuevos hasta marzo del 2022. Se hizo una gran inversión aprovechando el apoyo del gobierno con proyectos de inversión de unos 500.000 dólares, triplicando la capacidad de producción, y triplicamos personal y la flota de camiones para poder llegar a la meta de las tiendas.
¿Cuál ha sido la clave para la expansión?
Tanto en la expansión como en el desarrollo, desde el día uno, para mí, la clave fueron los contactos: mi “mayor capital oculto“, como me gusta llamarles.