Desafío empresarial de cuidado del ambiente

La instalación de paneles solares y el uso de coches eléctricos para la distribución de productos y para funciones del área comercial se sumarán en breve en la Papelería Santiago Aloy a una ya consolidada política de cuidado ambiental, que hace varios años promovió el uso del cartón sustituyendo a las bolsas y al packaging de plástico.

En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, Somos Uruguay Revista conversó con Rony Aloy, asesor de marketing, responsabilidad social empresarial y medio ambiente de la empresa Santiago Aloy, para conocer los pasos dados por la empresa y las marcas que representa para contribuir en el cuidado del medio ambiente. “Hacemos lo que está a nuestro alcance, incluso asumiendo los costos”, afirmó.

Rony es la tercera generación de la empresa. Fundada hace 75 años, Santiago Aloy busca nuevos horizontes y formas de hacer negocios que sean amigables con las necesidades del planeta.

 

¿Cuál es la política de Santiago Aloy como empresa, para contribuir al cuidado del medio ambiente?

Yo me autodenominé el responsable de medio ambiente de la empresa porque surge de una necesidad propia, de poder hacer un cambio en cómo funciona una empresa en torno a este tema y compartirlo con nuestros clientes y la sociedad, a través de los productos. Lo que hacemos no es para adaptarnos a las tendencias de mercado, sino todo lo contrario: somos vanguardistas y empujamos estas políticas.

No es rentable hoy, en Uruguay, hacer toda una línea ecológica; sale más caro, y el público, en realidad, si estuviera al mismo precio, le daría una oportunidad; pero termina siendo más caro, y hoy en día la gente no está dispuesta a hacer ese desembolso. Nosotros, de a poquito, hacemos lo que está a nuestro alcance, incluso asumiendo costos.

¿Qué decisiones concretas se han ido tomando?

Hace cinco años decidí eliminar las bolsas de plástico en la empresa. En ese momento, los pedidos chicos o de gente que los venía a retirar, se entregaban en bolsas plásticas, y las cancelé y pasamos a bolsas de papel mucho más resistentes, y pagando ocho, diez veces más. Ahí, de alguna forma, aumentó el costo de la empresa, pero en favor del medio ambiente. No todo lo que hacemos es por rentabilidad.

Hay una marca que nosotros desarrollamos y mandamos a fabricar con estuches de cartón porque van a ser de un solo uso, y por lo tanto queremos que por lo menos sean biodegradables en el empaque. Cambiar los empaques a cartón también implica un desafío en la góndola, porque un producto con plástico es más fácil de vender, llama más la atención, y el cartón en eso a veces te juega en contra al momento de competir.

¿Qué planes tienen para el futuro en cuidado del medio ambiente?

Estamos en un momento de ampliación de la planta, del depósito, en el que vamos a colocar unos 300 paneles solares para generar energía eléctrica para nuestro consumo. Compramos dos vehículos eléctricos, uno de ellos para el reparto, y además porque se pueden hacer mucho más eficientes las visitas a los clientes.

Si fuera por mí, yo no imprimiría las facturas; es contradictorio con el negocio del papel, pero a mí me preocupa más el medio ambiente que hacer dinero vendiendo papel. Hay que buscar nuevas formas de sustentarse y pensar los negocios desde otro lado, no es solo rentabilidad.

¿Cómo tratan el tema las marcas a las que representan?

Stabilo, por ejemplo, que es una marca alemana de colores, fue la primera en el rubro papelería en ofrecer lápices con certificado de que los árboles con los que se producen fueron plantados para este fin. Eso lo hizo hace más de 20 años. Stabilo es la empresa que inventó el resaltador y la fibra, y ambos están producidos 100 % con energía que la propia empresa produce, y tienen la meta de hacerlo con todos sus productos en el 2025.

Maped es una empresa francesa que tiene una línea de tijeras, sacapuntas, bolígrafos y reglas hechos con plástico reciclado, desde hace ya más de diez años, y es la única empresa que conozco que tiene productos para zurdos, y está sustituyendo el packaging de plástico por el de cartón. También Uhu, la línea de pegamentos alemana, sobre todo en lo que son productos para escolares, como la goma en barra, la hacen con 98 % de ingredientes naturales y más del 50 % del envase es de plástico reciclado también. Uni tiene, en su línea artística de marcadores de pintura, dos cuerpos de los trazos más comunes que están hechos con plástico reciclado.

La última marca que incorporamos, que es esta del papel de Argentina, Ledesma, comenzó en los años 50 o 60 con un ingenio para procesar caña de azúcar, y se dieron cuenta de que podían aprovechar lo que quedaba para hacer papel, y hoy en Argentina son líderes del mercado del papel y logran precios competitivos con un producto que es amigable con el medio ambiente y de calidad, con el doble del gramaje de lo que están ofreciendo hoy las otras marcas.

De alguna forma estamos alineados con las marcas que representamos, y eso nos pone muy contentos.