El médico laboral: un aliado estratégico para construir empresas más saludables y productivas
Tradicionalmente, el rol del médico laboral ha estado asociado al cumplimiento de normativas legales, como la realización de exámenes preocupacionales o el control de ausentismo. Sin embargo, esta visión limitada no refleja el verdadero potencial de la medicina del trabajo como una herramienta clave para mejorar la salud de los trabajadores, prevenir enfermedades laborales y fortalecer el funcionamiento de las organizaciones.
En Uruguay, la legislación vigente —como el Decreto 127/014 y la Ley 16.074 de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales— establece la obligación de contar con servicios de salud laboral en determinadas empresas. No obstante, cada vez más organizaciones comprenden que el aporte del médico laboral va mucho más allá del mero cumplimiento legal.
El médico laboral tiene una formación específica que le permite comprender la interacción entre las condiciones de trabajo y la salud física, mental y emocional de las personas. Su intervención permite identificar factores de riesgo en el entorno laboral (ruido, sustancias tóxicas, posturas forzadas, estrés, entre otros), implementar acciones preventivas y promover entornos de trabajo saludables y seguros.
Estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señalan que cada dólar invertido en prevención en salud ocupacional puede generar hasta cuatro dólares en reducción de costos por ausentismo, rotación, litigios y pérdida de productividad. En ese sentido, el médico laboral también cumple un rol consultor para la empresa, acompañando procesos de reincorporación laboral, adaptaciones de puestos, promoción del bienestar y gestión de equipos saludables.
En contextos actuales, donde el estrés laboral, el burnout y los trastornos músculo-esqueléticos son causas crecientes de baja laboral, el enfoque integral del médico del trabajo se vuelve indispensable. Este profesional no solo analiza certificados o evalúa aptitudes, sino que puede liderar programas de salud mental, ergonomía, vacunación o detección precoz de enfermedades crónicas entre trabajadores.
En Uruguay, cada vez más empresas incorporan servicios de salud laboral de forma proactiva, entendiendo que cuidar la salud de sus colaboradores es una inversión inteligente. El médico laboral, en articulación con psicólogos, técnicos prevencionistas y recursos humanos, puede contribuir a una cultura organizacional más saludable, ética y resiliente.
En definitiva, el médico laboral no solo cuida la salud en el trabajo: construye salud desde el trabajo. Reconocer y potenciar su rol es una estrategia de valor para cualquier empresa comprometida con el bienestar sostenible.