Circulab: empresas, cooperativas y gobierno avanzan hacia la economía circular

El programa Circulab, una iniciativa de capacitación-acción diseñada por CEMPRE (Compromiso Empresarial por el Reciclaje) en conjunto con el sector privado y con el apoyo del Ministerio de Ambiente y el PNUD, ha cerrado su primera edición con el objetivo de integrar la economía circular en las prácticas organizacionales de las empresas participantes.El programa Circulab, una iniciativa de capacitación-acción diseñada por CEMPRE (Compromiso Empresarial por el Reciclaje) en conjunto con el sector privado y con el apoyo del Ministerio de Ambiente y el PNUD, ha cerrado su primera edición con el objetivo de integrar la economía circular en las prácticas organizacionales de las empresas participantes.

El programa surge como parte de la estrategia participativa 2024, que revisó el avance del proyecto "Compromiso de Residuos".  Compromiso de Residuos nace de una alianza entre CEMPRE y PNUD, como un aporte para alcanzar el ODS 12 (producción sostenible) generando una red que conecte a las distintas partes interesadas, en la búsqueda de incorporar soluciones que aceleren la transición hacia una economía circular.El resultado esperado de la capacitación es la creación de planes de acción a corto y mediano plazo que permitan a las organizaciones participantes materializar sus compromisos con la sostenibilidad.

El enfoque del programa está en la colaboración entre empresas, cooperativas y actores clave del ciclo de vida de los materiales, desde su generación hasta su reciclaje, fomentando la innovación social y el avance del Plan Nacional de Gestión de Residuos.Los ejes de acción del curso incluyen la eliminación de materiales problemáticos, la innovación para asegurar la circularidad, la valorización de materiales reciclables, el cambio cultural, y la participación ciudadana, y la inclusión social.

A lo largo del curso, se ha trabajado en acciones locales con una mirada global, promoviendo la construcción de un lenguaje común en torno a la circularidad, y llevando a cabo una transición de la capacitación a la acción. El programa facilitó la integración del ecosistema, conectando a actores de diferentes sectores y niveles, desde el Gobierno y las empresas hasta cooperativas que trabajan en la gestión de residuos.Con la participación de 28 organizaciones en el diseño del programa, que incluyeron actores de la sociedad civil, el Gobierno, el PNUD, y 7 empresas del sector privado, el programa permitió a 50 participantes desarrollar soluciones concretas, apoyados por 20 referentes del sector.

El curso incluyó 42 horas de capacitación práctica y 60 horas de apoyo técnico, sumado a visitas a 10 lugares clave para el aprendizaje en campo.Marisa Cirillo, directora de CEMPRE, subrayó la relevancia de este tipo de iniciativas: “Es fundamental avanzar en programas de capacitación práctica que cuenten con una mirada sistémica e integradora, donde todo el ecosistema -empresas, cooperativas y gobierno-trabajen de manera conjunta para enfrentar los desafíos de la economía circular.

”El cierre del programa marca un paso importante en la colaboración intersectorial, y ya se prepara la próxima edición de Circulab, que comenzará en marzo de 2025 y seguirá profundizando en la economía circular con nuevas oportunidades de cooperación.