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El Senado uruguayo aprobó este miércoles la ley de Muerte Digna que legaliza la eutanasia en el país, tras una extensa sesión de más de diez horas. La votación contó con el respaldo del Frente Amplio y de algunos legisladores del Partido Colorado y del Partido Nacional, marcando un hecho histórico en el ámbito de los derechos individuales.
La ley establece que podrán acogerse a este derecho tanto los ciudadanos uruguayos como los extranjeros con residencia comprobada en el país, y detalla el procedimiento médico y administrativo que deberá seguirse para garantizar el cumplimiento de las garantías éticas y legales.
La nueva normativa reconoce el derecho de las personas mayores de edad, mentalmente aptas, a poner fin a su vida de manera voluntaria y asistida, siempre que padezcan enfermedades incurables, irreversibles o que les generen un sufrimiento físico o psíquico intolerable.
La aprobación en el Senado se dio dos meses después de que la Cámara de Representantes votará a favor del proyecto, el pasado 13 de agosto.
Durante la sesión, el senador frenteamplista Daniel Borbonet, encargado de presentar el proyecto, subrayó el proceso de diálogo y consenso alcanzado.
"Esta propuesta fue elaborada con responsabilidad y amplio debate", señaló, y destacó que se establecieron "garantías sólidas para proteger a los pacientes" y respetar "la voluntad de cada individuo". "Se confía en los profesionales de la salud", agregó.
Por su parte, el senador colorado Ope Pasquet, quien presentó la iniciativa subrayó el avance en libertades individuales que representa la medida: "Lo que vamos a hacer hoy es crear la posibilidad de que cada persona elija, eso va en línea con los valores que tenemos que defender y con las mejores tradiciones del país".
Con esta ley, Uruguay se convierte en el primer país de América Latina en reconocer legalmente la eutanasia, consolidando su tradición de pionerismo en materia de derechos