Bioframing: construcción sostenible desde Uruguay para el mundo

En diálogo con Somos Uruguay, Martín Varela, socio fundador de Ecosinergia, habló sobre el sistema constructivo ecológico desarrollado por la cooperativa.

Maite Gallego por Maite Gallego

26 Noviembre de 2025
Foto: Bioframing
Foto: Bioframing Foto: Bioframing

 

Bioframing es un sistema constructivo ecológico desarrollado por la cooperativa de trabajo Ecosinergia. Nacido a partir de experiencias europeas, este método se basa en paneles prefabricados de madera y paja de trigo comprimida, materiales naturales que permiten construir viviendas de alta eficiencia energética, confort térmico y baja huella ambiental.

Hace seis años, la cooperativa comenzó a adaptar este sistema a las condiciones y materiales disponibles en Uruguay, dándole una escala más humana y artesanal, sin depender del equipamiento mecánico que suele emplearse en Europa. Hoy, con más de 30 casas construidas en distintos departamentos del país, Bioframing se posiciona como una alternativa sostenible y competitiva dentro del mercado de la construcción en seco.

Conversamos con Martín Varela, socio fundador de Ecosinergia, sobre el origen del sistema, sus ventajas, el apoyo recibido por ANDE, y cómo es emprender en Uruguay.

¿Cómo nace Bioframing y en qué consiste este sistema constructivo?

Somos una cooperativa de trabajo, Ecosinergia. Desde hace seis años desarrollamos este sistema en Uruguay basándonos en experiencias similares de Europa. Allí se usan muchas herramientas mecánicas —grúas, plumas, elevadores—, pero nosotros lo adaptamos a una escala más humana y artesanal.
Fabricamos paneles prefabricados de madera y paja de trigo comprimida en nuestro taller de Solymar, en Ciudad de la Costa. Esos paneles conforman muros, pisos y techos, y ofrecen un confort térmico muy alto, con viviendas frescas en verano, cálidas en invierno y que consumen muy poca energía.

¿Qué motivó a Ecosinergia a desarrollar un sistema propio?

Éramos un equipo dedicado a la bioconstrucción, pero ese tipo de obra suele ser muy artesanal y lenta, lo que aumenta los costos. Queríamos mejorar los procesos, tecnificar y prefabricar para que los materiales ecológicos pudieran competir con los sistemas en seco que hoy están creciendo, como el wood frame.
Con Bioframing ofrecemos lo mejor de ambos mundos: materiales ecológicos y un sistema modular, rápido y competitivo para las demandas actuales del mercado.

Una de las preguntas que surge naturalmente es: ¿cuál es la durabilidad de las viviendas hechas con paja y madera?

Aunque a veces sorprende, en Europa ya se construyen universidades, gimnasios y edificios de hasta cinco plantas con paneles de paja comprimida de 40 cm. Es un sistema moderno, pero hay casas hechas con fardos desde hace más de 100 años que siguen en uso.
La paja está tan compactada que casi no tiene oxígeno disponible, lo que le da resistencia al fuego. Y con las tecnologías actuales —membranas, selladores, chapas— garantizamos su protección frente a la humedad, que es el factor que más podría afectarla. Por eso podemos asegurar una durabilidad.

¿En qué lugares del país ya han construido con este sistema?

Tenemos obras en Canelones, Maldonado, Rocha, Lavalleja y Montevideo Rural. También en Colinas de Carrasco construimos viviendas de alta performance. En total ya superamos las 30 casas, con resultados muy positivos en confort y eficiencia.

Incluso mencionaste casos de mejora en la salud de los habitantes.

Sí. El dueño de una de las casas sufre asma y desde que se mudó no volvió a usar inhalador. Recomendamos revoques de barro en interiores, que regulan la humedad entre 55% y 75%. Esa estabilidad reduce partículas en el aire y contaminantes volátiles, mejorando mucho la calidad del aire interior.

¿Qué apoyos recibió Bioframing dentro del ecosistema emprendedor, especialmente de ANDE?

Recibimos dos apoyos clave. El primero fue una validación técnica y comercial de ANDE y ANII, que nos permitió hacer ensayos de laboratorio para testear la resistencia estructural de los paneles. Eso fue fundamental para darle garantías a arquitectos y clientes.
El segundo fue un Semilla ANDE en 2023, enfocado en visibilidad comercial. Con ese apoyo construimos nuestra oficina comercial sobre la Ruta Interbalnearia —en el mismo predio del taller—, generamos cartelería, participamos en ferias y eventos, y desarrollamos un catálogo digital. La oficina fue un hito: permite que la gente vea, toque y sienta el producto, y eso genera mucho vínculo y confianza.

También avanzaron en opciones de financiamiento, ¿no?

Sí, otro punto clave del apoyo fue trabajar en alternativas financieras. Logramos concretar el primer crédito hipotecario con Banco Santander para una obra en Punta Ballena.
Y este año la cooperativa Fucerep lanzó un crédito de hasta 60.000 dólares para complemento de vivienda, lo que para muchas familias marca la diferencia para poder construir. Como cooperativas —ellos de crédito y nosotros de trabajo— pudimos generar una sinergia muy valiosa.

Desde tu experiencia, ¿qué fortalezas tiene hoy el ecosistema emprendedor del Uruguay y qué desafíos quedan?

Lo más valioso es el networking entre emprendedores. En los eventos de ANDE nos encontramos, compartimos experiencias, analizamos desafíos y muchas veces surgen alianzas que potencian los negocios. También los talleres son muy útiles: educación financiera, medición de impacto, innovación.
Creo que falta una mayor articulación con el Estado para que existan más políticas públicas que apoyen estos procesos, especialmente en lo referente a ensayos, validaciones y pruebas rápidas que permitan mejorar productos innovadores. Y es clave seguir llevando el mensaje del emprendimiento a jóvenes de liceos, UTU y universidades.

¿Cómo puede la gente conocer más sobre Bioframing o coordinar una visita?

Nos pueden seguir en Instagram: @bio_framing
También en nuestra web: www.bioframing.com
Y pueden contactarnos por WhatsApp para coordinar una visita a la oficina o a alguna obra: 099 84 65 68.

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